Fuera de la estructura de Nueva Alianza (Panal), el partido formado por su madre, Elba Esther Gordillo, y engrosado con militancia magisterial, Mónica Arriola Gordillo no muestra resentimiento.

 

-No soy patiño de nadie –justifica su adelantada renuncia a la Secretaría General cuando la esperaba un Consejo Nacional para destituirla-; yo tomé la decisión y me voy tranquila.

 

Reflexiona, toma aire, medita en voz suave:

 

-Subrayo, es una decisión personal, ética. No creo en los liderazgos eternos.

 

Y vaya si lo sabe, con su madre presa acusada de desviar miles de millones de pesos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), lavado de dinero y delincuencia organizada.

 

-¿Y cómo queda su relación con el dirigente Luis Castro Obregón?

 

-En los términos que debe ser, una relación institucional.

 

A reserva de dar una entrevista más amplia, comparte sentimientos y proyectos con 24 HORAS:

 

-¿Qué hará?

 

-Reorganizar algunas cosas. Cerrar este capítulo, entregar al partido todo lo que corresponda. Todo lo dejaré muy claro. Yo estaba a cargo desde la Secretaría General de afiliaciones, de elecciones, de alianzas, de resultados electorales… Todo está en orden y así cumpliré mi obligación estatutaria.

 

-Una salida muy civilizada.

 

-No oculto nada. Todo lo he hecho transparente.

 

“Nadie podía destituirme”

 

-Casi diez años de trabajo en el partido… –se le recuerda.

 

-Fui, he sido y soy militante. Me formé en el partido. Me formé con la gente y procuré ser voz de la gente. Mi mensaje siempre ha sido para la gente, para la militancia. No tengo afán protagónico y mi despedida es un mensaje para ellos… A los demás les deseo buena suerte.

 

A su salida queda un Panal bastante fortalecido: segundo lugar en estados como Puebla, con alcaldías importantes como en Oaxaca, con más de 300 mil afiliados, más de 60 diputados locales, su propia senaduría, una bancada en la Cámara de Diputados y cientos de regidores.

 

-Deme un balance, no la compromete –pide el reportero.

 

-Ya depende de ellos…

 

-Y prefirió irse antes que “ellos” la expulsaran…

 

-Aquí sí quiero ser muy clara: nunca he sido patiño de nadie. Esto lo quiero dejar muy claro –remarca-, me debo a la gente que ha trabajado conmigo.

 

Su carta de renuncia a la Secretaría General –avalada por unanimidad, muestra del control del dirigente Luis Castro Obregón sobre el Consejo Nacional- trata de clarificar su posición.

 

Por si hubiese dudas:

 

-No hubo arreglo de ningún tipo. No me podían destituir. No hay forma legal ni estatutaria de hacerlo. Si ellos quieren ir al IFE (Instituto Federal Electoral), pueden hacerlo.

 

-¿No renunciará al Panal? ¿Seguirá militando en él?

 

-No. Mi renuncia, como dije, está dirigida a la militancia. Siempre tuve y quiero conservar el apoyo de la gente.

 

-Le hacen muchos señalamientos.

 

-Sobre la legalidad, no existe nada en mi contra. No pueden acusarme de desvíos financieros por algo muy simple, no manejaba nada. Mis tareas eran de organización, de acuerdos, políticas.

 

-¿Qué hará?

 

-Tomarme un tiempo de sosiego, de reflexión. Fueron nueve años de muchos sobresaltos: mi cáncer, la tensión familiar, el partido… muchas cosas.

 

Se despide:

 

-Quiero subrayar que me he manejado con ética y que siempre jugaré en la política con ética.

 

La despedida incluye el compromiso de una entrevista más amplia “cuando haya concluido mi entrega. Eso será miércoles o jueves”.