VIENA. Los tres mayores productores dentro del cártel petrolero externaron sus reservas para ratificar el preacuerdo alcanzado en septiembre, lo que hizo caer los precios del crudo.

 

Las rivalidades en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que persistían hasta este martes en las negociaciones sobre un recorte de la oferta de crudo sembró el escepticismo en los mercados del “oro negro”.

 

Rusia, el mayor productor, pero que no forma parte de la OPEP, dijo la semana pasada que estaba dispuesta a mantener su producción en los niveles existentes, pero no acordó reducir la cantidad que bombea. Este martes confirmó que no acudirá hoy a la cita del cártel en Viena. Por su parte, Irán dijo el sábado que negocia una exención a los recortes, el tercero dentro del grupo de 14 países, detrás de Arabia Saudita e Irak.

 

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Viena Ehsan Ul-Haq, analista jefe de la consultora británica KBC Energy Economics, señaló que si este miércoles se logra un pacto con techos individuales de producción, los precios del crudo podrían estabilizarse en más de 50 dólares por barril, pero volverán a caer si no queda claro cuál es el compromiso de cada socio, ya que sería difícil que el mercado se lo tome en serio.

 

En principio, la 171 conferencia ministerial de la OPEP, la segunda reunión regular del año, debería ratificar un preacuerdo alcanzado en septiembre para limitar la producción conjunta entre 32.5 y 33 millones de barriles diarios a partir de enero próximo, lo que supondría una rebaja de entre 0.64 y 1.14 millones de barriles diarios respecto al nivel de octubre. Al respecto, Rusia Había mostrado apertura para sumarse.

 

Desde entonces los socios de la OPEP han mantenido intensas consultas para acercar sus distantes posiciones sobre la cuestión clave de determinar los volúmenes que reduce cada uno, sin aparentes logros hasta último momento de este martes.

 

Arabia Saudí aceptaría que Libia y Nigeria queden exentos del compromiso para que puedan recuperar la producción perdida a causa de sus violentos conflictos internos, pero no se muestra dispuesta a conceder algo similar a Irán e Irak, como éstos exigen.

 

Teherán argumenta que su industria petrolífera se vio perjudicada por años de sanciones internacionales y no puede prescindir de un solo barril hasta que no vuelva a los casi cuatro millones de barriles que producía antes del embargo.

 

“No”, confirmó ayer su postura el ministro iraní de Petróleo, Bijan Namdar Zangeneh, al responder a la pregunta de si su país podría aceptar una reducción nacional.

 

Irak, por su parte, ha argumentado que necesita todos los “petrodólares” posibles para financiar la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico, y, en especial, para la campaña para liberar a la ciudad de Mosul.

 

Así las cosas, el pulso está entre los tres mayores productores del grupo -Arabia Saudita, Irak e Irán-, tradicionales rivales eternamente enfrentados.

 

En este contexto, los precios del crudo retrocedieron este martes más de 3.0%. La mayor caída la registró el West Texas Intermediate (WTI), con 3.93%, el Brent del Mar del Norte, con 3.85% menos, y la mezcla mexicana de exportación, 3.39% menos.