Dicen que lo importante en la vida es tener actitud positiva para enfrentarla, todos sabemos que la vida tiene altas y bajas, es como la rueda de la fortuna, unas veces estamos arriba y otras abajo y en ocasiones nos sentimos “felices” y otras “tristes” o hasta deprimidos por lo que estamos viviendo o lo que está sucediendo en nuestra vida.

 

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El problema de esto es que cuando estamos abajo, nos sentimos como en un torbellino donde no sabemos ni para donde jalar, realmente lo único que podemos hacer es ponernos flojitos e intentar acomodarnos lo mejor posible para que la caída sea lo menos fuerte y dolorosa; sin embargo esto no es fácil de hacer ni de aceptar, cuantas veces solo nos quedamos atorados viendo lo negativo, pues  no contamos  con la claridad de la luz para poder ver lo que si tenemos y que está bien en nuestras vidas.

 

Parece ser que esta forma de pensar y conectarnos con lo negativo es algo natural en el ser humano, porque así fuimos enseñados y el cerebro se nos programó para funcionar defendiéndonos del mundo, no aprendimos a fluir y a aceptar  de manera natural que el dolor es parte de la vida, aceptar que pasar a través de este nos hace más fuertes y  sin lugar a dudas nos ofrece alternativas distintas para sensibilizarnos más frente a la diversidad de la vida humana.

 

Si aceptamos que las lecciones de la vida vienen en ocasiones como en paquetes llenos de problemas que tenemos que resolver y enfrentar, y que es ahí donde crecemos como seres humanos, no nos espantaríamos tanto. Ver los problemas como oportunidades de crecimiento es una manera positiva de enfrentarlos, podemos ver más alternativas de solución así que si nos centramos a verlos como obstáculos.  Generalmente para ver la luz tenemos que saber lo que es la oscuridad.

 

Por otro lado es importante que tengamos claro que nada dura para siempre, ni lo bueno, lo deseable y placentero como tampoco lo malo, duro, triste y difícil. Todo pasa, los budistas afirman que “nada es permanente, todo se encuentra en constante cambio” Pensar en esto nos puede ayudar a mitigar el miedo y el dolor en esos momentos de oscuridad y así buscar actitudes más positivas y adaptativas para ver alternativas que nos ayuden salir de esa circunstancia pasajera.

 

“Tal vez tienes que conocer la oscuridad para que puedas apreciar la luz”

Madelain L’engle