Un cártel que en el 2011 fue declarado extinto por el entonces vocero del gabinete de Seguridad Alejandro Poiré y el procurador del Estado de México, Alfredo Castillo, opera actualmente en la tercera parte del país.

 

Así lo dio a conocer ayer el jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR, Tomás Zerón, tras confirmar la captura del líder de esta organización Héctor Beltrán Leyva, El H, en un operativo encabezado por fuerzas especiales del Ejército y que fue producto de 11 meses de investigación.

 

“Era uno de los principales líderes del narcotráfico en México. Con su captura, la organización (de los Beltrán Leyva) pierde influencia en una decena de estados de la República Mexicana”, dijo Zerón.

 

Según la información dada a conocer por el funcionario federal, El H había conseguido tejer para su organización, en los estados en los que operaba, una red de corrupción que no sólo permitía el libre trasiego de drogas sino además actividades de lavado de dinero.

 

No se detallaron las entidades en las que operaban los Beltrán Leyva, pero de acuerdo con autoridades federales consultadas por 24 HORAS entre esos estados se encuentran Morelos, Querétaro, Guanajuato, Guerrero, el Estado de México, Nayarit, Colima, Sinaloa, y dos más no precisados.

 

Cabe señalar que en agosto del 2011 el entonces procurador del Estado de México, y hoy comisionado en Michoacán, Alfredo Castillo, presumió que con la captura de Óscar Osvaldo García Montoya, líder de la célula criminal La Mano con Ojos, quedaba desarticulado el cártel.

 

“García Montoya era el último eslabón de esta organización delictiva. Primero estaba Arturo Beltrán, luego vinieron La Barbie, El Indio y El Grande, y después quedó El JJ y, con su caída, La Mano con Ojos era el restante”, explicó.

 

La misma postura fue asumida por el entonces vocero del gabinete de seguridad Alejandro Poiré, quien sostuvo que los Beltrán Leyva estaban “debilitados” tras varias capturas de líderes y lugartenientes.

 

EU dio alerta

 

El jefe de la AIC dijo ayer que las investigaciones para detener a Héctor Beltrán, enmarcadas en la denominada Operación HOTEL, iniciaron hace 11 meses, es decir, en noviembre del 2013.

 

Fue el 15 de noviembre de ese año cuando Adam J. Szubin, director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento de Tesoro de los EU, afirmó que los Beltrán Leyva estaban lejos de ser una organización extinta y por el contrario, estaban en vías de empoderarse nuevamente.

 

“Hemos estado vigilando de cerca el resurgimiento de la organización de los Beltrán Leyva que lucha por una mayor participación en el tráfico de drogas en México”, señaló el funcionario estadunidense, tras anunciar la inclusión en la “lista negra” de una empresa de seguridad privada en Guadalajara que colaboraba con la organización delictiva.

 

Fuentes federales indicaron a este diario que existe un intercambio de información entre México y EU sobre la operación de esta organización criminal cuya influencia llega incluso a ese país.

 

Empresario acomodado

 

De acuerdo con lo informado por la PGR, Héctor Beltrán fue detectado gracias a un intenso trabajo de inteligencia, ya que el líder criminal había optado por un perfil bajo y discreto, desde la muerte de su hermano Arturo Beltrán en el 2009

 

“Dejó a un lado los vehículos de gran lujo, optando por una identidad, que le permitía pasar por un empresario acomodado, dedicado al comercio de bienes inmuebles y obras de arte, justificando así su nivel de vida”, señaló Zerón.

 

El lugar de residencia del capo era Querétaro, donde sus actividades pasaron desapercibidas incluso para sus vecinos, quienes lo tomaban como un “empresario acomodado”.

 

No obstante, agregó el jefe de la AIC, este importante líder criminal continuó sus actividades a través de una red de operadores que hicieron alianzas con otros grupos para continuar con labores de trasiego de estupefacientes a lo largo del país.

 

Gracias al trabajo de investigación realizado el Ejército pudo finiquitar la detención del líder criminal en una operación limpia y sin disparos, cuanto Beltrán Leyva se encontraba en un restaurante de mariscos en San Miguel de Allende, Guanajuato.

 

El H tenía en su poder una pistola corta calibre 9 milímetros. Junto con él fue capturado su presunto operador financiero, Germán Goyenechea Ortega.

 

Ambos fueron trasladados durante la noche a las instalaciones de la SEIDO donde continuará el protocolo de identificación y se recabara la declaración de los presuntos delincuentes antes de su consignación ante un juez.

 

Estados Unidos ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares por Héctor Beltrán, mientras que el gobierno mexicano 30 millones de pesos.