La era geológica en la que vivimos se denomina Holoceno, que proviene del griego holos, todo y kainso, reciente, y que los geólogos ubican su inició hace 11 mil 700 años.

 

En el próximo Congreso Internacional de Geología en 2016, un grupo de expertos conformado por ecologistas, biólogos, químicos y un abogadoplantearán la posibilidad de cambiar de nombre a la era geológica para llamarla Antropoceno, término que se deriva del griego anthropos, por humano, y cene, que significa nuevo o reciente.

 

El principal argumento de los científicos no radica paradójicamente en la precisión científica, el cambio de nombre obedece para que refleje lo que está ocurriendo en el planeta, además que la Tierra está cambiando aceleradamente por la actividad humana: ajustar el discurso científico.

 

El premio nobel de química en 2000, Paul Crutzen, fue el primero que encendió la polémica.

 

“Lo que hizo Crutzen, que no es geólogo sino uno de los grandes científicos de nuestro tiempo, fue lanzar una pequeña granada de mano hacia el mundo de la escala temporal geológica”, asegura Jan Zalasiewicz director del grupo de trabajo de la Comisión Internacional de Estratigrafía, a la BBC.

 

Zalasiewicz propone dos momentos trascendentes en la historia del planeta: la revolución industrial en el siglo XIX y la explosión de las bombas atómicas a mediados del siglo pasado.

 

“Cuando buscamos un signo para demarcar un intervalo en el tiempo necesitamos que sea algo que afecte a la Tierra más o menos al mismo y deje una marca en todo el planeta”, explica Zalasiewicz.

 

Sin embargo, existen científicos escépticos, más precavidos, es el caso de Philip Gibbard, profesor de la Universidad de Cambridge que no se puede cambiar el nombre de la época con base en el inicio de la agricultura, que es otro de los puntos que proponen los geólogos como línea divisoria.

 

“La limpieza de terrenos para la agricultura y el inicio de la domesticación de animales, hace aproximadamente unos diez mil años, dejaron una marca en los sistemas naturales”, explica  Gibbard.

 

Ese punto en la historia de la Tierra es muy cercano a la fecha donde se coloca el inicio del holoceno.

 

“Sería usar la misma carta dos veces, y como geólogos, no podemos hacerlo”, remata Gibbard.