El empresario y banquero nos recibe en su despacho de Paseo de la Reforma en el Corazón de la Ciudad de México. Fiel a su estilo, es enfático y apasionado.

 

“México no ha crecido porque no se han hecho las reformas, pero también porque hay una ineficiencia en muchas áreas del gobierno que hacen que las empresas no puedan crecer”, dice Antonio del Valle, uno de los empresarios más exitosos del país.

 

“Pudimos haber invertido en México cientos de millones de dólares más que hemos tenido que invertir en el exterior por este tipo de cosas”, dice refiriéndose a la imposibilidad de hacer negocios en México por lo que llama “la ineficiencia burocrática global”. Y la ejemplifica con la inconclusa sociedad que formaría Mexichem, su empresa, con la estatal Pemex para coinvertir en el complejo petroquímico de Pajaritos, Veracruz.

 

Antonio del Valle es presidente del Grupo Empresarial Kaluz, un conglomerado que aglutina a Mexichem, empresa petroquímica; Grupo Pochteca, empresa química y de papel; Elementia, que produce materiales para construcción, y Ve Por Más, un grupo financiero; además de diversas empresas de bienes raíces.

 

La conversación gira en torno de la situación de la banca en México y sus desafíos. Del Valle es un banquero con larga trayectoria, fue presidente de Bancrecer y de Bital, y presidió a los banqueros del país a finales de los años noventa. Sin tapujos dice que se equivocaron quienes decidieron dejar la banca en manos extranjeras. “Pudieron hacerlo diferente…pero no tenían confianza en los banqueros mexicanos”, dice, y remata: “son errores que tarde o temprano se van a pagar”.

 

Propone que los bancos mexicanos pequeños se fusionen para poder competir con la banca extranjera y así recuperar el terreno perdido, pero no ve que el asunto sea parte de la agenda de las autoridades financieras. “Para mí la banca debe ser mayoritariamente mexicana”, dice enfático.

 

¿Cuál es su opinión sobre el modelo bancario que sigue México y si éste es el camino adecuado para alentar y sostener el crecimiento que requiere el país?

 

El sistema bancario mexicano desde la crisis de 1995 tuvo un cambio dramático al entregar más del 80 por ciento de la banca a la banca extranjera, a lo cual siempre me opuse. Incluso me salí de Bital porque mis socios querían vender -y lo hicieron al final- el banco a HSBC en contra de mi absoluta voluntad. El sistema bancario está bien, los bancos son sanos, el único defecto que tiene es que el 80 por ciento de la banca está en manos extranjeras…

 

…¿Por qué esto es un problema?

 

Porque las decisiones estratégicas del movimiento del dinero, de los créditos, deben tomarse en el país. Si un banco español tiene el control de un banco en México, las decisiones estratégicas se van a tomar en España. Lo mismo ocurre en Estados Unidos o en Londres. Eso no puede ser. Eso es lo que a mí me preocupa.

 

Para entender su planteamiento, ¿acaso la banca hubiera otorgado más crédito si fuera de capital mexicano?

 

Es muy probable que sí.

 

Sin embargo parece ser que los bancos mexicanos no otorgan más crédito que los bancos de capital extranjero…

 

…Sencillamente hay que revisar el crecimiento que han tenido Inbursa o Banorte en los últimos años, o el crecimiento que hemos tenido los bancos chicos mexicanos que contamos muy poco porque representamos menos del 1% del movimiento total. Pero el crecimiento de los créditos ha sido de parte de los bancos mexicanos, sobre todo para el campo. Por ejemplo ¿quién era el líder del crédito para el campo en 2000?, era Bital. Creamos Ve X Más y el 50 por ciento de su cartera es para el campo y luego nos copiaron. Mifel, Banregio y Banco del Bajío están prestando al campo. Pero los bancos extranjeros se han quedado atrás porque su filosofía es otra, van a hacer las cosas que les produzcan más, no las que el país necesita. No hay duda, para mí la banca debe ser mayoritariamente mexicana.

 

Esta decisión de vender los bancos al capital extranjero se tomó en Los Pinos, en Hacienda y en el Banco de México…

 

…Sí, y se equivocaron.

 

Pero en esos años se firmó el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica con apertura total al capital extranjero en el sector bancario –con una salvaguarda de por medio- acuerdo que también estuvo refrendado por la cúpula empresarial del CCE.

 

Pudo haber estado el CCE, pero las decisiones que se tomaron fueron equivocadas y, además, pudieron ser diferentes. En Chile fueron diferentes: En la crisis chilena el gobierno puso las acciones de los bancos en el mercado y las compró el pueblo chileno y luego se las vendieron a banqueros chilenos. Y sí, hay banca extranjera pero no es mayoritaria. Lo mismo ocurre en Brasil, en Estados Unidos o en Europa. Aquí no se cuidó y pudo hacerse de manera distinta. Yo como banquero pugné porque me vendieran Inverlat en las mismas condiciones en que se vendió a los canadienses, pero no tenían confianza en los banqueros mexicanos.

 

¿Quién se opuso a que se formaran estos bancos mexicanos?

 

Creo que fue desde la Presidencia de la República. El pretexto es que había que dar confianza a los ciudadanos y necesitaban bancos muy sólidos del exterior, porque por la crisis de 1995 los bancos mexicanos tenían carteras vencidas y demás; pero los buenos bancos mexicanos, los que se manejaron bien, se vendieron a precios altos. La oportunidad de oro era que se fusionaran Bancomer y Banamex, y hubo la oportunidad de hacerlo. Son errores que tarde o temprano se van a pagar.

 

¿Se están pagando esos errores ahora…?

 

De alguna manera sí. Me dicen que Santander va a sacar 4 mil millones de dólares en acciones a la bolsa y ¿a dónde se los va a llevar? Allá a España.

 

¿Los empresarios mexicanos no hacen lo mismo, quiero decir, llevar dividendos fuera del país?

 

Definitivamente no. Porque si no, no se puede crecer. Es el caso nuestro, nosotros nunca sacamos un dividendo del banco; ni de Bancrecer en su origen, ni de Bital después, porque todo lo necesitábamos para capitalizar y hacer el banco más fuerte. Los empresarios mexicanos tienen sus negocios aquí. Sí hacen inversiones en el exterior pero cuando ya tienen cubierta sus necesidades para el mercado mexicano.

 

¿Qué habría que cambiar en la banca mexicana?

 

Que los banqueros mexicanos nos pongamos las pilas. Que nos fusionemos en bancos más grandes y les hagamos la competencia a los grandes bancos extranjeros y de esa forma vayamos recuperando, poco a poco, el mercado que ya se nos fue.

 

 ¿Ve posibles fusiones entre bancos mexicanos?

 

Nosotros hemos tratado de hacerlas con este banco (Ve X Más) y no las hemos logrado porque hay mucho orgullo personal de gente que dice ‘yo quiero ser presidente de mi banco’. Pero eso no es lo importante, se trata de hacer bancos más grandes, sólidos y manejados por profesionales. Pero esa filosofía en México desafortunadamente todavía no la veo. Qué más quisiera que este banco (Ve X Más) se fusionara con cualquier otro, con Banregio, con Banco del Bajío o con los que hemos tratado, pero no hemos podido. Lo haremos en algún momento dado porque la gente va a entender. Y no me interesa tener mayoría, sino crear instituciones sólidas que puedan competir con ventaja con los bancos extranjeros.

 

¿Hay apertura de las actuales autoridades para procesos de fusión como los que señala?

 

No sé, porque las negociaciones han sido hasta ahora entre particulares. Pero las autoridades deberían poner incentivos para que los bancos mexicanos pequeños se unan. Además, están muy contentos con los bancos extranjeros.

 

Este tema de la extranjerización de la banca ¿es asunto de agenda de las autoridades financieras?

 

Definitivamente no lo es.

 

Si bien las cifras actuales de solidez bancaria son buenas, no lo son tanto las de penetración y las que inciden en la calidad del crecimiento económico.

 

México no ha crecido no porque la banca no preste o porque no haya suficiente dinero que lo hay. No ha crecido porque, por un lado, no se han hecho las reformas y, por el otro, porque hay una ineficiencia en muchas áreas del gobierno que hacen que las empresas no puedan crecer. Entonces ¿qué es lo que hacen? Que Slim se vaya a invertir en Holanda, en América del Sur. Y que nosotros también, como Mexichem, también vayamos a invertir en Holanda, en América del Sur y en Estados Unidos, en lugar de invertir en México. Queremos hacer una asociación con Pemex y llevamos 7 años discutiéndola; la aprueban en septiembre del año pasado y todavía no pasa el Consejo de Administración de Pemex. Es una burocracia, una serie de trabas. Así el país no puede crecer.

 

¿Sus decisiones de inversión están marcadas por esta imposibilidad de hacer negocios en México?

 

Definitivamente. Pudimos haber invertido en México cientos de millones de dólares más, que hemos tenido que invertir en el exterior por este tipo de cosas. Y no solamente eso. Por ejemplo en el caso de Pemex nos está costando importar cientos de millones de dólares cada año en materias de primas a nosotros y a Alfa, porque Pemex no surte correctamente, porque hay ineficiencia en sus fábricas, porque no les meten dinero. Y si una persona legalmente quiere asociarse con ellos surgen veinte mil cosas que la impiden. Ese es el problema. En realidad hay muchas cosas que se pueden hacer sin reformas, nada más que el gobierno quiera. Así no se puede trabajar bien. El país no crece no porque no haya crédito, sino porque hay una ineficiencia burocrática global.

 

Concretamente, ¿cuál es el mayor obstáculo para que usted, como empresario, haga negocios en México?

 

Hay trabas por burocratismoabsoluto.

 

¿La inversión de Mexichem con Pemex está detenido por el sindicato?  

 

No sé. Yo le he preguntado al sindicato y me dicen que ellos no se han opuesto a esto.

 

¿Acaso son las elecciones que vienen?

 

A lo mejor, eso sería ya una cuestión de tipo político. Es una sociedad permitida por la ley porque es petroquímica, no petróleo. Es que todo lo que sea Pemex es un tabú, todo lo que es la CFC es un tabú. Pemex nos dijo que no haría nada si la Comisión de Competencia no la aprueba. Pues bien, la Comisión de Competencia también se tardó 3 o 4 meses en resolver. ¡No puede ser!  La empresa que compramos en Estados Unidos nos la aprobaron en 28 días, en Brasil no tuvimos que pedir permiso de nada, y en Perú tampoco. Bueno, si ponen las cosas fáciles en otros países, te vas a otros países. Además no es la ley, es la cultura. Y si esa cultura no cambia, esto no va a funcionar.

 

¿Cuál es la intención de Mexichem con la compra de la empresa holandesa Wavin?

 

Estos señores holandeses tienen la mejor tecnología. El verdadero secreto del éxito de esta empresa no va a ser lo que se haga en Europa, es la (transferencia de) tecnología que nos va a permitir crecer en nuestras plantas de México, de Brasil, de Colombia y de Perú. Estamos aprendiendo de las viejas culturas europeas lo que aquí no existe, ni siquiera en Estados Unidos.

 

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