Las tres principales fuerzas políticas del país, PAN, PRD y PRI coincidieron en que existe un hartazgo de la ciudadanía por los excesos de políticos y funcionarios, por lo que se comprometieron a acelerar el proceso legislativo para reglamentar el Sistema Nacional Anticorrupción, ante el descrédito generalizado de las instituciones.

 

Durante el panel Transparencia Electoral y Partidos Políticos, organizado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (Inai), líderes de esos partidos señalaron que México vive una crisis de impunidad y corrupción y la implementación de los sistemas nacionales de Transparencia y Anticorrupción abonarían a reconstruir la confianza ciudadana ante el actual descrédito.

 

Joaquín Hendricks Díaz, secretario técnico del Consejo Político Nacional del PRI, afirmó que la implementación de sistemas que homologuen la rendición de cuentas es una oportunidad para “realizar nuestra mejor contribución al rescate de la credibilidad en nuestras instituciones”.

 

Por su parte, Carlos Navarrete, dirigente nacional del PRD, aceptó que existe un “hartazgo social respecto a los excesos de los hombres y mujeres del sector público y hay una molestia, hay una indignación, porque aun ahora en 2015, seguimos teniendo huecos y hoyos negros en el sector público“.

 

El líder del sol azteca indicó que al interior de su partido todavía existen resistencias a la transparencia.

 

Ante un escenario de “enormes resistencias que hay en los partidos políticos, pese al INE, pese al Tribunal, pese a las obligaciones que tenemos de transparencia”, Navarrete se comprometió a que el PRD acelerará el proceso legislativo de las reglamentaciones del Sistema Nacional Anticorrupción y de las leyes todavía pendientes de Archivos y Datos Personales.

 

En su oportunidad, Ricardo Anaya, líder nacional del PAN, consideró que “no nos extraña  que haya tanta impunidad en México, pero la realidad es que hoy las instituciones están diseñadas para que haya impunidad”.

 

Por lo cual, urgió a que el Sistema Nacional Anticorrupción y el Sistema Nacional de Transparencia operen en su totalidad y se conjunten, con lo que existirá un “control externo y sanción. Control externo, que ya no sea el empleado del alcalde, del gobernador o del Presidente de la República el responsable de investigar, sino un órgano externo independiente y autónomo”.