Al erigirse como candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador entregó a Marcelo Ebrard el derecho a definir al próximo candidato a la jefatura de Gobierno de la capital del país.

 

“Respaldaré a Marcelo Ebrard en la orientación política que él defina, en el marco de la legalidad y la democracia, para seguir gobernando la Ciudad de México”, dijo López Obrador ante el jefe de Gobierno capitalino.

 

En su discurso, el tabasqueño reconoció a Ebrard por poner por encima de sus legítimas aspiraciones personales la unidad de la izquierda para lograr la transformación de México.

 

“Marcelo, como Ulises, el de La Odisea, no se dejó cautivar por el canto de las sirenas. Se puso cera en los oídos para continuar la travesía, con la mira puesta en los ideales de libertad, justicia y democracia.

 

“Marcelo nos está dando una lección como ser humano y como político. Además, como gobernante ha sido reconocido por todos”, afirmó.

 

Con base en ello, Andrés Manuel López Obrador dijo que aceptó la recomendación de Ebrard, en torno a la creación de un Frente Amplio Progresista, en el que participe el PRD, PT y el Movimiento Ciudadano, así como Morena y quienes están convencidos de que México y su pueblo merecen un mejor destino.

 

“He acordado con Marcelo que, respetuosamente, propongamos a los partidos progresistas que se unirán para las elecciones de 2012, que dicha coalición lleve el nombre de Movimiento Progresista”, precisó.

 

Tras conocer la muestra que definiría quién era el mejor posicionado ante la opinión pública, el mandatario capitalino señaló categóricamente: “Acepto y acato los resultados de las encuestas, cumplo lo que he dicho, así sea la diferencia que sea, pequeña o no, hago honor a mi palabra con dignidad y optimismo”.

 

No obstante, Ebrard pidió a López Obrador “que cese el conflicto con el PRD y sus dirigentes, que la campaña de 2012 incluya a todos, que se intensifique el diálogo con el sector privado, las clases medias y el exterior, no veo otro camino para el triunfo”.

 

Asimismo, invitó al tabasqueño a trabajar juntos una dinámica política colegiada y de consenso, para “atraer a intelectuales, a empresarios, a clases medias, causas ambientales, la defensa de los derechos humanos y las libertades, de la equidad de género, y las nuevas y muy diversas reivindicaciones de las generaciones más jóvenes”.

 

Ebrard expuso que en estos días sólo ha buscado actuar con el “patriotismo y la altura de miras que, quienes me han seguido y apoyado, siempre han esperado de mí; hoy deseo y soy leal. El futuro de la causa que nos anima está antes y por encima de los deseos personales y la vanidad”.

 

Sobre los resultados de la encuesta, Ebrard dijo que sería posible argumentar que no ha estado en campaña mediática o empecinarse en una elección interna, pero resultaría incongruente y ello provocaría que “la izquierda dividida sólo iría al precipicio, y no seré yo nunca quien conduzca las posibilidades de cambiar el rumbo de México al fracaso”.

 

En tanto López Obrador, al ser beneficiado con los números de la encuesta, reiteró con todas sus letras: “Voy a participar en la contienda electoral de 2012”. Y se comprometió a hacerlo con apego a lo que definan los partidos PT, PRD y Movimiento Ciudadano y de conformidad con los tiempos y procedimientos que establece la ley electoral vigente.

 

“Vamos, todos juntos, sin odios ni rencores, a construir una República amorosa, con dimensión social y con grandeza espiritual”, añadió.