Andreas Lubitz, el copiloto que presuntamente estrelló de forma deliberada el avión de Germanwings en los Alpes, sufría problemas de visión que podrían haber puesto en peligro su trabajo, informó hoy el diario estadounidense The New York Times.

 

Según el periódico, que cita a dos funcionarios con conocimiento de la investigación, Lubitz buscó tratamiento para esas dificultades, sobre las que tampoco habría informado a la aerolínea.

 

Por ahora, no está clara la gravedad de los problemas o si podían estar vinculados a su situación psicológica, indicó The New York Times, que añade que las autoridades no han descartado la posibilidad de que los problemas de visión pudiesen ser psicosomáticos.

 

El periódico recuerda que según varios testimonios para Lubitz era muy importante volar y, por ahora, no había cumplido sus aspiraciones profesionales de cubrir rutas de larga distancia como comandante.

 

La Clínica Universitaria de Düsseldorf informó el viernes de que Lubitz había sido evaluado en sus instalaciones por última vez el 10 de marzo.

 

Consultada por The New York Times, una portavoz del centro no quiso comentar hoy si el copiloto había presentado problemas de visión, alegando las leyes que protegen la privacidad de los pacientes.

 

En un comunicado, la clínica calificó el viernes de “incorrecto” que Lubitz fuera tratado por depresión e indicó que había acudido al centro para contrastar diagnósticos, sin dar más detalles.

 

La fiscalía de esa ciudad de Renania del Norte-Westfalia informó del hallazgo en uno de los domicilios registrados de Lubitz de distintos documentos médicos, incluida una baja rota vigente el día de la catástrofe.