Miguel Mancera ya no cuenta para Ricardo Anaya.

 

No para candidato presidencial hacia 2018.

 

Tiene todas las puertas cerradas.

 

Los elementos de su reflexión:

El sismo del 19 de septiembre, de las 13:14 horas, lo obligan a quedarse en la Ciudad de México para atender por ahora la emergencia y, más adelante, la reconstrucción.

 

Nada nuevo, pues el propio Mancera así lo ha decidido desde el mismísimo 19 de septiembre en cuanto empezaron a llegar los reportes de daños aquí, allá y acullá.

 

Con esa atadura, poco importa la gran aportación del jefe de Gobierno de la capital por sumar su haber personal y sus negociaciones con las tribus civilizadas del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

 

Suya fue la iniciativa y suyo el convencimiento de Los Chuchos, corriente dominante con Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Carlos Navarrete, Graco Ramírez y otros cuadros de Nueva Izquierda (NI).

 

Y suya es la guía, también, a la presidenta Alejandra Barrales para entenderse con dirigentes de otros partidos, en especial el de Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya.

 

Hoy todo eso quedó atrás, según el queretano.

 

ANAYA, PARA PRESIDENTE; MONREAL, A LA CAPITAL

Ricardo Anaya siempre se ha sentido superior.

 

Su razonamiento:

El PAN es el único partido con presencia nacional, tiene el mayor número de gobernadores después del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pretende exterminar electoralmente, y es indispensable para cualquier alianza.

 

El PRD es muy secundario, con apenas cuatro entidades bajo su poder, pero con tendencias perdedoras en prácticamente todas, pero en especial en la Ciudad de México.

 

Ergo, el reparto de candidaturas importantes debe quedar de la siguiente manera dentro del Frente Ciudadano por México:

Para la Presidencia de la República, el PAN con él de abanderado.

 

Para la Ciudad de México, el PRD, con quien Miguel Mancera y Los Chuchos decidan, para lo cual negocian con Ricardo Monreal.

 

Y para los demás estados, de acuerdo a las tendencias.

 

¿Y con qué se quedaría Mancera?

 

Ah, pues simple: con la Fiscalía General de la Nación.

 

Por eso el ataque furibundo al gobierno de Enrique Peña y al procurador Raúl Cervantes, a quien, por cierto, en diálogos pasados le ofreció el respaldo panista para el pase automático a fiscal.

 

Anaya también tiene argumentos para el destino inminente de Mancera: fue procurador del entonces Distrito Federal, desde donde forjó su imagen triunfadora para jefe de Gobierno.

 

Es la especialidad de Mancera y de esa manera le arrebatan al PRI-gobierno un cargo fundamental para frenar las investigaciones sobre Anaya por enriquecimiento súbito propio y de gran parte de su familia.

 

Hasta aquí la estrategia de Anaya, pero ¿aceptará Mancera?

 

MARTÍNEZ: SIGO EN EL PRI EN LUCHA POR EL AGUA

Cuánto polvo levantó un rumor:

-El senador por Chihuahua Patricio Martínez se pasará al partido propiedad de Andrés Manuel López.

 

Falso.

 

Ayer me dijo:

-Aunque no lo creas, son rumores salidos dentro de las propias filas del priismo. Ni lo he pensado ni me iré.

 

Él anda activo en otra labor, sobre todo en intentar forzar la revisión del tratado de aguas entre México y Estados Unidos para no desabastecer la frontera, sedienta por naturaleza.

 

Es una tarea titánica, asegura.

 

A estas alturas del año debieron haberse entregado 40 millones de metros cúbicos de agua, pero van 600 millones, 50% más de la cuota.

 

caem