Ricardo Anaya no quiere ser sólo un muchacho pendenciero.

 

Por ello su esfuerzo está en demostrar capacidad de negociación y ganarse la confianza de otras fuerzas políticas y meterlas a su proyecto.

 

Desde ahora da pasos para un gran experimento, hacia 2018 con sólo tres candidatos presidenciales:

 

Andrés Manuel López, el Mesías tropical cuyo sueño es dormir en la recámara de Benito Juárez en Los Pinos.

 

El abanderado del PRI se resolverá en Los Pinos y, confía Anaya, sin muchas opciones para Enrique Peña a juzgar como decidió el envío de Enrique Ochoa a Insurgentes Norte.

 

¿Y el tercer aspirante?

 

Él, sólo él.

 

Sí, Ricardo Anaya, pero postulado con un método bastante novedoso y en condiciones de supremacía desde el arranque.

 

Gran alianza opositora, pero sin Morena

 

El punto de partida es Nayarit.

 

Estado abandonado, con antecedentes caciquiles muy marcados, sendero de droga y sin mayor desarrollo, tiene una sociedad muy agraviada y por lo tanto manipulable.

 

Sólo así se explica la vigencia de especímenes tipo Hipólito Ramírez, panista por segunda vez en la presidencia de San Blas, a pesar de ser acusado de enriquecimiento ilícito.

 

-Sí robé, pero poquito –dijo en plena campaña y aun así ganó.

 

Regresó al poder y desde ahí se promueve con rifas, regalos, bailes donde levanta la falda a adolescentes y las manosea… todo sin siquiera una llamada de atención del partido de Ricardo Anaya.

 

Pero no será él el candidato.

 

En los planes de Anaya está Leopoldo Domínguez, presidente municipal de Tepic y en torno a quien sumará a otras fuerzas políticas.

 

¿Cuáles?

 

-Todas las opositoras al PRI, menos Morena –contesta.

 

Para iniciar tiene de incondicionales al PRD, PT y MC, ya cercano a Domínguez vía Enrique Alfaro.

 

Falta saber si logran allegarse al Verde, PES o Panal, con más congruencia y posibilidades de negociación.

 

Resultaría sencillo aliarlos, dado el creciente descrédito del PRI y de los pasos en sentido contrario a la reconstrucción desde la cúpula tricolor.

 

Con ese gran frente opositor sueña Anaya suceder a Enrique Peña.

 

Las instituciones trabajan, aun sin titular 

 

  1. En este país tropical pasan muchas cosas inexplicables.

 

Por ejemplo: ¿por qué el Fonatur sigue acéfalo desde el 16 de agosto, cuando Héctor Gómez Barraza se fue al PRI?

 

Así está y así seguirá, tal vez, hasta diciembre con varios prospectos: Franco Carreño, Raúl Murrieta, Gerardo Corona y Héctor Flores.

 

  1. David Penchyna llegó a revolucionar el manejo del Instituto del Infonavit y en la semana dio otra sorpresa.

 

Firmó un acuerdo con el presidente del Inadem, Enrique Jacob, para privilegiar a pequeños empresarios con servicios y precios preferenciales.

 

En adición, las MiPymes tendrán asesoría sobre pago de obligaciones puntuales y otras atenciones a fin de calificar rápidamente para la gestión de créditos de vivienda.

 

  1. Buen llamado el de Emilio Gamboa a la oposición para dar el siguiente paso a las reformas estructurales.

 

El crecimiento no es suficiente, pero resulta necesario avanzar para competir en la realidad global.

 

¿Es correcto hacer estos llamados con tantos fines políticos desbordados?