A la detención de Javier Duarte siguieron las reacciones.

 

 

De dentro del sistema vinieron los reconocimientos, las celebraciones y hasta las promesas de justicia para recuperar más de 30 mil millones de pesos para el pueblo de Veracruz.

 

 

Pero de fuera llegaron las censuras.

 

 

Una de ellas fue, quién lo hubiera imaginado, de Andrés Manuel López, el propietario, presidente y gerente de Morena.

 

 

Calificó a Duarte como “chivo expiatorio” de la mafia del poder, como el tabasqueño acuña la crítica a quienes no coinciden con él y detentan el poder.

 

 

A ese señalamiento en redes sociales siguió otro.

 

 

Resumo:

 

 

Intentarán desprestigiar a Morena y -¡oh, dolor!- al mismísimo López con intentos de ligarlo a Duarte de Ochoa y su red de corrupción montada desde el gobierno de Xalapa.

 

 

Un baño en las aguas puras de las redes sociales para mantener su limpio manto hacia las elecciones presidenciales de 2018 sin mancharse en el lodo del PRIAN, el PAN y el PRI.

 

 

SI DUARTE CONFIESA, EL PEJE TIEMBLA

 

 

Los hechos desmienten a Andrés Manuel López.

 

 

Para su desgracia, desde Palacio de Gobierno de Veracruz se registraron muchas operaciones y pasaron, léalo usted bien, en esferas federales en la Ciudad de México.

 

 

En aras de detener al priista renegado Miguel Ángel Yunes bajo las siglas PANPRD, se intentó insuflar al incondicional del Peje en Veracruz, Cuitláhuac García.

 

 

Fue una decisión muy calculada por Javier Duarte.

 

 

Si triunfaba Yunes, como sucedió, él no tendría margen de negociación y seguramente iría a la cárcel… como ya fue.

 

 

De hecho, Duarte se escudó desde antes.

 

 

Como veía venir la tormenta, se acercó a los liderazgos locales de Morena y les entregó dinero a raudales para fortalecerse y, llegado el caso ante la previsible candidatura priista de Héctor Yunes, usar a Morena como opción.

 

 

Cuando venía la campaña, Duarte habló con el mandamás de Morena y llegó a un acuerdo: 200 millones de pesos para crear una alternativa victoriosa electoral.

 

 

El acuerdo pasó por el Distrito Federal.

 

 

Se entregaron los 200 millones.

 

 

Tanto dinero tomó por sorpresa a los partidarios de Cuitláhuac García y no sabían qué hacer para usarlo de la mejor manera y reflejarlo en las votaciones de junio de 2016.

 

 

En la confusión se cruzaron con promotores de votos priistas y el día de la elección el dinero anduvo de un lado a otro.

 

 

Morena estuvo a punto de ganar, pero el candidato triunfante fue Miguel Ángel Yunes y el primer derrotado fue Javier Duarte, porque vio venir su propio apocalipsis.

 

 

El segundo fue Cuitláhuac García y el Peje.

 

 

Y el tercero fue Héctor Yunes, el priista traicionado por Duarte y abandonado por todos quienes no fueron beneficiados de los magnánimos recursos para torcer las elecciones.

 

 

HONESTIDAD VALIENTE BAJO SOSPECHA

 

 

1. Hoy la bomba le revienta a Andrés Manuel López.

 

 

¿Cómo eludir las acusaciones de corrupción si Javier Duarte habla y presenta pruebas?

 

 

Por eso el dios del Edén ya salió a justificarse y a revivir su discurso de su honestidad valiente mientras espera el chaparrón Duarte.

 

 

2. Un video sacude a Tabasco.

 

 

La priista Ady García logró unir a todos los partidos en un spot llamado El sexo sí importa, para exigir espacio para las mujeres.

 

 

Un éxito.