El acceso y uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) son fundamentales para detonar el acceso a la información, mejorar la comunicación a distancia, impulsar la productividad y eficiencia en los procesos productivos, entre otros efectos transversales.

 

De acuerdo con un estudio efectuado por The Competitive Intelligence Unit (CIU), en Latinoamérica existe una marcada disparidad en la adopción de las TIC, a partir de medir el acceso de los hogares a Internet de banda ancha fija (BAF) entre los países de la región.

 

El documento refiere que al cierre de 2015, la región alcanzó en su conjunto 69.3 millones de accesos a BAF, lo que se traduce en un promedio ponderado por tamaño de mercado de 42 por ciento de hogares que cuentan con el servicio.

 

Entre los países que se analizaron se encuentran Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

 

De éstos, tan sólo seis naciones superan ese nivel de adopción, siendo Argentina con 49 por ciento de participación, Brasil con 43, Chile 54, Colombia 48, México 48 y Uruguay con 79 por ciento.

 

Centroamérica concentra un mayor rezago en acceso a conectividad, al alcanzar tan sólo un coeficiente de adopción de 20 por ciento de los hogares, destacando los casos de El Salvador con 24 por ciento, Guatemala 17, Nicaragua 16 y Honduras 9.0 por ciento.

 

Adicionalmente resaltan otros en Sudamérica que tampoco han podido detonar la conectividad, como es el caso de Paraguay con 16 por ciento y Bolivia con 6.0 por ciento.

 

La empresa consultora señala que dicha disparidad entre países se atribuye a diversos factores, entre los que sobresalen el ingreso promedio de los habitantes de cada país, variable medida a través del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita.

 

En la medida en que el nivel de ingreso es mayor en los hogares, éstos pueden dedicar su ingreso al consumo de más bienes y servicios, incluido el de banda ancha fija. Es por ello que el PIB per cápita se relaciona de manera positiva con la adopción del servicio.

 

En otras palabras, una mayor capacidad adquisitiva permite a las personas hacerse del servicio de Internet en mayor magnitud. Por ejemplo, Uruguay y Chile son dos de los países de la región con mayor PIB per cápita y, de igual forma, son aquellos en los que existe mayor adopción de la BAF, concluye el análisis.