BOGOTÁ. La mayoría de países de América se dispone a celebrar su carnaval y ha comenzado a encender sus calles con luces, cantos, bailes y desfiles, este año en medio de un severo fenómeno de El niño y con fumigaciones y medidas preventivas contra el virus del Zika.

 

Uno de los carnavales más famosos del mundo, el de Brasil, inició este fin de semana con la actuación de 132 “blocos”, como se conocen a las comparsas o bandas callejeras que llevan la samba y otros ritmos a cada esquina de Río de Janeiro.

 

Como todos los años se toman medidas de seguridad y sanidad para que las fiestas se desarrollen sin contratiempo, que en esta ocasión tiene a dos virus en la mira: el VIH y el Zika.

 

Dentro de la campaña contra el sida se repartirán cinco millones de preservativos y para evitar que el mosquito “Aedes aegypti”, propagador del zika, se cuele en las fiestas se desinsectó el sambódromo y sus áreas aledañas.

 

Y es que los brasileños, pese a estar en alarma por el zika, que afecta ya a 22 de los 27 estados del país, no están dispuestos a que un mosquito les dañe la fiesta, como tampoco lo hará la recesión económica que atraviesa Brasil, pese a que 48 municipios se vieron obligados a cancelar sus celebraciones.

 

Uruguay tiene el carnaval más largo del mundo, pues dura dos meses y si hay mal tiempo las fiestas pueden extenderse. Uno de sus principales atractivos es el Desfile de Llamadas al ritmo del candombe, que es la máxima expresión de la herencia de los esclavos africanos que llegaron al país en tiempos de la colonia.

 

Este año la polémica acompañó la elección de las reinas del carnaval por el nuevo reglamento, que autoriza la participación de transexuales, elimina el límite de edad y permite presentarse a personas con discapacidad.

 

En Bolivia las fiestas más célebres son las de Santa Cruz (este) y Oruro (oeste), en las que el folclore andino tiene especial protagonismo con bailes llenos de simbolismo religioso y étnico, que fueron declarados en 2001 Patrimonio Oral e Intagible de la Humanidad por la Unesco.

 

Morenadas, diablada, caporales o tinku son algunas de las danzas tradicionales y desde hace algunos años está prohibido el uso de pieles, plumas o caparazones de animales silvestres en la confección de los trajes que lucen los danzarines.

 

En Paraguay la fiesta inició este viernes con el lanzamiento del Carnaval Guaireño de la ciudad de Villarica con su más antigua fiesta de disfraces, donde los asistentes se disputan el título de la mejor comparsa del año.

 

Le sigue el Carnaval de Encarnación, con dos noches de música y desfiles en su sambódromo, considerado “el mayor del mundo fuera de Brasil”.

 

Aunque Colombia está llena de celebraciones durante todo el año, el Carnaval de Barranquilla es su fiesta principal, que comenzó este viernes con la noche de la Guacherna, un desfile de luces, comparsas, disfraces y grupos musicales.

 

En esta festividad, que fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación y Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, destaca la Batalla de Flores, la Gran Parada de Tradición, la Gran Parada de Fantasía, el Desfile del Rey Momo y el Festival de Orquestas.

 

Al igual que en Brasil, las autoridades reparten 200 mil preservativos y se fumigaron las vías por donde pasan los desfiles del carnaval para prevenir el aumento de contagios por el zika, ya que Colombia junto al gigante suramericano son las dos naciones con el mayor número de casos en el continente.

 

En la ciudad de Gualeguaychú se realiza el carnaval más importante de Argentina, donde miles de personas bailan al son de las comparsas que se toman el corsódromo, mientras al norte del país las comparsas desfilan con trajes de fantasía cubiertos de piedras, lentejuelas y plumas.

 

En Perú los carnavales alcanzan gran colorido y algarabía en las regiones de la sierra. Es muy popular el baile en torno a la yunza o cortamonte, un árbol cargado de regalos y dulces, que es derribado con machete por los danzantes, al ritmo de la música.

 

En Ecuador afloran los desfiles alegóricos de llamativas comparsas y bandas de música, mientras que los pueblos indígenas andinos aprovechan para agradecer las nuevas cosechas a la “Pacha Mama” (madre tierra, en quichua).

 

En cambio Venezuela, debido a la difícil situación económica y la sequía producto del fenómeno de El Niño, tendrá una celebración más austera, sin desfiles de carrozas, solo comparsas y la coronación de la reina del carnaval, mientras los más pequeños no podrán disfrutar del festival con globos llenos de agua, pues desde inicios de enero se raciona el líquido.

 

En Norteamérica destaca el Carnaval de Mardi Gras, que se celebra en la sureña ciudad de Nueva Orleans (Luisiana, EU) y que cuenta cada año con desfiles dedicados a personajes mitológicos como Endimión, Orfeo, Baco y el rey Zulú.

 

Las fiestas en la región siguen en Panamá, donde todo el país se llena de carrozas, reinas y las tradicionales mojaderas o culecos.

 

En los últimos años ha cobrado protagonismo el Carnaval de City, que se celebra en la capital panameña, sin embargo, por culpa del fenómeno de El Niño casi se cancelan las fiestas por la prohibición del uso de agua potable en las mojaderas.

 

En Guatemala, el carnaval, que se inspiró en las festividades italianas, empieza en la ciudad de Mazatenango, donde es costumbre lanzarse polvo de harina y la “quiebra de cascarones”, huevos rellenos de confeti o pica-pica totalmente decorados que se explotan en la cabeza de las personas.

 

En la región Caribe se celebra el Carnaval de Trinidad y Tobago que destaca por ser uno de los más suntuosos, por las máscaras y las costumbres francesas y británicas que perviven en esta isla, donde también se han adoptado medidas para evitar que el zika amargué la fiesta del calypso, el soca y otros ritmos afrocaribeños.

 

El carnaval Mas Dominik en Dominica se caracteriza por sus fiestas y competencias de danza, disfraces y belleza.

 

Finalmente en las Bahamas, que hasta hace un año no contaba con un carnaval, se celebra en esta ocasión la segunda versión de su fiesta temática de Junkanoo (danzas al ritmo de tambores y campanas con máscaras y coloridos atuendos).