La Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf) manifestó su temor de que en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) haya quedado establecida la ampliación a 25 años de las patentes para medicamentos alópatas y a 35 años el plazo para mantener la confidencialidad los datos de las investigaciones clínicas para desarrollar medicamentos biológicos.

 

Si bien los detalles del acuerdo aún se desconocen, fuentes de la asociación dijeron a 24 HORAS que hay rechazo de parte de sus socios en este rubro debido a que la medida afectaría la producción de medicamentos genéricos de nueva generación; especialmente a los tratamientos más modernos para enfermedades crónico-degenerativas como cáncer y diabetes.

 

“En el acuerdo, lo que sabemos sin que esto sea oficial, es que quieren aumentarlas a 25 años en el caso de los medicamentos alopáticos y en el caso de los biológicos lo quieren aumentar 15 años más, lo que quiere decir que quedaría en 35 años”, reportó una fuente de Amelaf de primer nivel.

 

“Creemos que esto va en contra de que los genéricos de nueva generación, las patentes que se van venciendo se van utilizando para poder fabricar genéricos. Al ampliarse la vida de las patentes se le resta vida a nuevas medicinas y no lo podemos hacer genérico”.

 

La Amelaf, que representa a 52 laboratorios que producen y manufacturan medicamentos genéricos, no estuvo presente en el “cuarto de junto” pero sí asesoró a la Secretaría de Economía durante las negociaciones del TPP.

 

Hasta el momento, las negociaciones del TPP se han mantenido en una secrecía casi total pues sólo han salido a la luz tres de los 29 capítulos que lo conforman (sobre propiedad intelectual, inversiones y resolución de controversias), después de que la plataforma Wikileaks los consiguió y los filtró.

 

El TPP también incluye la creación de una obligación de exclusividad de los datos obtenidos en investigaciones clínicas para el desarrollo de medicamentos biológicos (desde las vacunas para prevenir el cáncer hasta fármacos para la esclerosis múltiple).

 

Esto quiere decir que las agencias sanitarias de los países firmantes (en México la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) no podrán utilizar los datos recabados en los ensayos clínicos y que son necesarios para aprobar el registro sanitario de productos biológicos genéricos, que son más baratos.

 

“Las compañías farmacéuticas le están pidiendo a todos los miembros que creen una obligación jurídica a nivel nacional que proteja los estudios clínicos que se utilizan para registrar un producto, y demostrar que es seguro y eficaz”, explicó Judit Rius Sanjuan, directora y asesora legal de la Campaña de Acceso a Medicamentos de Médicos Sin Fronteras.

 

“A partir de ahora esa información va a estar protegida por un periodo de cinco a ocho años y durante ese periodo, la competencia no va poder producir productos o vacunas biológicas, que ya son muy caras”.

 

Este diario consultó a la Cofepris, a la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (Amiif), a la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam) y a las cámaras empresariales pero no pudieron dar información sobre los términos en que se firmó el Acuerdo.

 

Según un análisis de la Cofepris, el mercado nacional de medicamentos genéricos vale 9.5 mil millones de pesos al año y su participación en las ventas totales del sector farmacéutico pasó de 30% a 52% entre 2010 y 2015.

 

En marzo de este año, la Comisión dio a conocer que tras haber liberado 18 sustancias activas, se consiguió el registro de 357 nuevos medicamentos genéricos lo que ha permitido una reducción promedio de 61% en los precios de los medicamentos para el consumidor.