En septiembre pasado, los medicamentos para la prevención y tratamiento de las enfermedades respiratorias fueron, en promedio, 12% más caros que en el mismo mes de 2015. En el caso de algunos antibióticos tuvieron incrementos de más de 50%.

 

De los 37 fármacos que conforman el Índice Nacional de Precios al Consumidor en la Ciudad de México y el Área Metropolitana, 28 presentaron aumentos de entre 3% y 54%.

 

Los datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que los precios en el apartado de salud y cuidados personales, donde se incluyen las medicinas, sólo subió 4.17% en el último año.

 

Los medicamentos con los incrementos más importantes fueron los antibiótios, liderados por el Tetrex del laboratorio Hormona, que en septiembre de este año costó 180 pesos contra 117 en el mismo mes del año pasado.

 

Los datos del INEGI ubicaron en segundo lugar a las inyecciones de Penprocilina, elaboradas por Lakeside, pues cada ampolleta se encareció 24 pesos en un año, por lo que el mes pasado se vendió en 78 pesos.

 

Los antigripales no se salvaron de los aumentos. El mayor aumento lo tuvo el Teraflú y el té Vic Pyrena, pues el paquete de 10 sobres de ambas marcas subió, en promedio, 22.6 pesos en un año.

 

Según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam), si bien México produce 84% de las medicinas que se consumen en el país, el tipo de cambio es el principal factor que afecta los precios, debido a que la mayor parte de los ingredientes activos y las materias primas que se utilizan para su elaboración tienen que ser importados.

 

Los precios no estimularán el crecimiento de la industria, pues éste será opacado por la volatilidad internacional, por lo que su crecimiento en 2017 sólo alcanzaría 2%, según estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma).

 

Los aumentos en los precios de las medicinas ocurren en un entorno en el que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) investiga si algunos actores se pusieron de acuerdo para incrementar los precios de los medicamentos de forma artificial, lo que va en contra de las reglas de competencia económica.