Desde el primer día, las cosas no les pintaron nada bien a algunos políticos-escritores en esta trigésima edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

 

El gran homenajeado por sus 80 años, el escritor y ex candidato presidencial de Perú, Mario Vargas Llosa –perdió la elección frente a Alberto Fujimori en 1990-, hubo de capotear el vendaval que causó la muerte de Fidel Castro, robándole titulares y primeras planas y obligándole a pronunciarse sobre el comandante de la Revolución Cubana por más que trató de evitarlo.

 

La historia no lo absolverá”, declaró al diario El País.

 

No tardaron en tundirle en las redes.

 

Josefina Vázquez Mota, la ex candidata presidencial del PAN, pasó sin pena ni gloria en la presentación de su libro Nosotros los dreamers. Historias de vida más allá de la frontera.

 

Tampoco le fue bien que digamos en su presentación para la firma de autógrafos en los pasillos de la FIL.

 

Apenas si consiguió una escasa fila que, en su mejor momento, no pasó de 10 personas para recibir la firma en el volumen que reúne 44 historias de jóvenes mexicanos que se abrieron camino en el país vecino, pese a los obstáculos y la discriminación.

 

A Margarita Zavala, quien busca la candidatura presidencial por Acción Nacional para 2018, recibió el primer descontón público: el reclamo de un joven estudiante de la Universidad de Guadalajara que perdió a su padre en medio de la guerra contra el narcotráfico que desató Felipe Calderón.

 

Su esposo le arrebató la vida a mi padre. ¿Usted quiere arrebatármela a mí?”, rezaba la pancarta que extendió ante la ex primera dama, ante el azoro y malestar del equipo de seguridad de la esposa del ex Presidente.

 

En cambio, a quien le fue muy bien es al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Paso que daba, paso que era detenido para tomarse una foto a su lado o una selfie.

 

¡Tardó media hora en avanzar unos cuantos metros para acudir a la conferencia “El Constituyente y la Ciudad” con que abriría su participación!

 

Por cierto, ningún guarura le acompañaba.

 

Y a quien le fue superbién es al ex gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velasco (hijo del ex presidente Miguel Alemán Valdés). Él presentó en la FIL una reedición, de su autoría, de la biografía del ex presidente Adolfo Ruiz Cortines: No siembro para mí.

 

La presentación, valga mencionarlo, fue de lo más alegre –salón lleno de jóvenes, curiosamente- y anecdótica. A fin de cuentas, como diría el propio Alemán: “Un político nunca dice lo que piensa. Y si lo dice, no lo escribe. Pero si lo escribe, siempre puede retractarse…”.

 

¿Alguien mejor aún? Pues sí, aunque no es un político. Quien mayor éxito tuvo en la FIL en los primeros días –la fila que se hizo ante él para solicitarle un autógrafo- fue el ilustrador francés Benjamin Lacombe, quien presentó su libro sobre Frida Kahlo, titulado precisamente Frida.

 

¿Cuál fue el gancho? A los primeros 50 les autografió su libro con una ilustración. Los demás –y vaya que sobrepasaron la cantidad- sólo la firma

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GEMAS. Significativo: Raúl Castro, Presidente del Consejo de Estado de Cuba, vistió uniforme militar durante el homenaje de despedida de múltiples líderes mundiales a Fidel Castro en la Plaza de la Revolución.