La instrucción de Los Pinos y de la cancillería mexicana a las embajadas de México –particularmente las de América Latina- ha sido la de “guardar prudencia”, la de “no hacer olas” y, de ninguna manera, pedir apoyo abierto contra los desplantes y amenazas de Donald Trump.

 

Según nos comentan distintos diplomáticos, varios gobiernos han ofrecido mostrar de algún modo su solidaridad con México, organizar algún encuentro o foro donde se pronuncien al respecto o suscribir algún manifiesto en contra del muro que pretende construir el mandatario estadunidense.

 

Pero la respuesta del gobierno mexicano –indican- ha sido negativa. “No quieren molestar” a Estados Unidos. Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores arguyen que están “negociando” y no es el momento de provocar al gigante o de crear interferencias.

 

Quien expuso abiertamente este hecho fue la canciller argentina, Susana Malcorra, en una entrevista que concedió hace unos días al diario español El País. Al preguntarle por qué Latinoamérica no se movilizaba más, con una cumbre específica de solidaridad con México frente a Trump, contestó:

 

“Uno tiene que hacer las cosas en función de lo que sus socios le pidan que haga. México está teniendo diálogo con EU. Están intentando abrir conversaciones. Mientras tanto nos han pedido que estemos atentos, pero con prudencia… Hemos transmitido preocupación, pero México está buscando un camino de acercamiento”.

 

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AMÉRICA LATINA DEBE PROTESTAR.- Si bien hasta ahora los países latinoamericanos y del Caribe se han mostrado prudentes en sus manifestaciones de solidaridad hacia México (a petición del gobierno de Enrique Peña Nieto), lo cierto es que hay actores que preferirían que el Presidente de México respondiera de otra manera y tomara el papel de líder en América Latina frente a las tropelías del magnate que hoy despacha en la Oficina Oval.

 

El ex Presidente de Chile, Ricardo Lagos se atrevió a hacerlo públicamente, y declaró a El Universal que era “lamentable” que nuestros países, hasta la fecha, no se hayan reunido para decidir qué hacer frente a la amenaza de Trump:

 

“Me gustaría pensar que, a lo mejor con el liderazgo del propio presidente Enrique Peña Nieto, que es el afectado, se pueda decir: ‘Miren, me gustaría escuchar a mis colegas latinoamericanos…’.

 

“Creo que él tiene toda la legitimidad para decir: ‘Estoy sufriendo’. Con ese tipo de situaciones, América Latina debe alzar la voz ante el mundo y protestar.

 

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CONFUSIÓN EN MÉXICO.- Esa actitud que el Gobierno mexicano ha solicitado de “no hacer olas” o de “no provocar” a Estados Unidos (en razón de lo que hace Trump contra México) ha creado confusión también en nuestro país.

 

El Presidente de la República llama a la unidad de todos los actores frente al vecino del Norte, pero al mismo tiempo le teme a una marcha –inventan una contramarcha- que pudiera ser “agresiva” o que provoque la ira del mandatario estadunidense y dé al traste con las “constructivas” negociaciones que lleva a cabo el canciller Luis Videgaray.

 

Hasta el discurso, ayer, del general secretario Salvador Cienfuegos –en ocasión de la Marcha de la Lealtad- fue de lo más inocuo, cuando se esperaba algo fuerte y combativo, dado el momento que estamos viviendo y los amagos de implementar un Plan Colombia en nuestro país.

 

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GEMAS. Obsequio de Diego Luna desde Berlín: “Vengo a investigar cómo derribar muros”.