Salvador Vega Casillas se ha ido perfilando a últimas fechas como líder de la fracción de Acción Nacional.

 

No lo decimos por su participación protagónica en estos momentos en la discusión de la reforma energética (es secretario de la Comisión de Energía) en la que lleva la batuta del grupo.

 

Ni tampoco porque destaca muchísimo más que su compañero Raúl Gracia, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos primera, quien encabeza las sesiones al lado del priista David Penchyna.

 

(Bueno, aunque la verdad es que ganarle reflectores al de Nuevo León no es mayor triunfo porque pocas veces hemos visto a un presidente de comisiones en el Congreso tan malo).

 

Lo mencionamos porque ha sido evidente -se ha notado en las conferencias, declaraciones y movimientos- que el ex secretario de la Función Pública se ha ido posicionando en la fracción desde la salida de Ernesto Cordero de la coordinación del grupo parlamentario.

 

Y aunque Jorge Luis Preciado fue designado como coordinador de la bancada azul en el Senado, lo cierto es que Vega Casillas tiene ascendencia (y prestancia) sobre sus compañeros. Mayor que la de Héctor Larios, quien ha sido mencionado como posible sucesor de Preciado si el colimense se va (en diciembre, se calcula) en busca de la gubernatura de su estado.

 

La pisada de Vega Casillas, valga anotarlo, se ha sentido más fuerte desde la reelección de Gustavo Madero en la dirigencia del PAN. Y ahora más, conduciendo desde el área blanquiazul la negociación de la reforma energética.

 

Incluso hay quienes piensan que fue él quien llevó a Madero a declarar hace un par de semanas que Acción Nacional iría solo y con candidato propio en las elecciones de Michoacán del próximo año (se rumoraba que había un acuerdo con el PRD para apoyar a Silvano Aureoles) y aparecer en una foto con tres de los aspirantes a la gubernatura: Luisa María Calderón, Marko Cortés y el propio Vega Casillas.

 

En fin, no lo pierdan de vista.

 

PAG-4-ESPECIAL_Senado_7

 

-0-

 

LA FIGURA DE LA IZQUIERDA.- Del lado perredista también se ha ganado un espacio muy especial, como líder natural, Alejandro Encinas.

 

Aunque suele permanecer callado y acodado en su curul buena parte del tiempo en las discusiones en que se entrampan sus correligionarios en ocasiones (como diciendo “qué barbaridades hacen”), sus compañeros lo buscan, escuchan sus comentarios, le piden opinión.

 

Su personalidad es muy distinta a la de Miguel Barbosa, el coordinador de la bancada del PRD, a quien se le ve pidiendo la palabra una y otra vez, levantándose de la curul para hacerse ver, criticando esto y aquello.

 

La figura de Encinas en el Senado -que había sido muy prudente al inicio de la legislatura- se dejó sentir a partir de la enfermedad de Barbosa en diciembre pasado.

 

De hecho, durante el lapso en que Barbosa estuvo fuera de circulación, Encinas y Dolores Padierna se hicieron cargo de la bancada. Pero tanto dentro del grupo parlamentario como por parte de los otros partidos, la figura de Encinas fue más aceptada.

 

Diríamos incluso que Encinas es uno de los senadores más respetados de esta legislatura.

 

El suyo -aunque procura no hacerse notar mucho y respetar el liderazgo de su coordinador- es sin duda un liderazgo natural. Lo demostró desde la Cámara de Diputados.

 

-0-

 

Y ENTRE LOS PRIISTAS.- Del lado del tricolor -a diferencia de lo que ocurre en el PAN y el PRD-, no se ve aún quién le dispute el liderazgo (aunque no se lo propongan) a Emilio Gamboa.

 

Y cosa curiosa, en los primeros meses de trabajo de esta legislatura hubo voces que prefiguraban (y hasta promovían) la caída de Gamboa de la coordinación del grupo parlamentario del PRI. Resultó al revés: terminó afianzándose.

 

Será su estilo negociador, será su simpatía, será que se mueve muy bien por la zona de Los Pinos…, el caso es que el ex secretario de Comunicaciones y Transportes es respetado por toda su bancada. A los senadores priistas se les ve alineaditos con su coordinador.

 

Ello no quiere decir que no haya quienes destaquen (para bien o para mal). Sí los hay. Pero de ellos les platicamos en otra ocasión.

 

-0-

 

GEMAS: Regalito del senador Manuel Bartlett a David Penchyna durante la sesión en que se aprobarían los dictámenes energéticos: “Esto sigue siendo una faramalla… ¡pero trágica!”