El diputado Jorge Carlos Ramírez Marín andaba más que echado pa’lante.

 

Traía las baterías apuntando contra Andrés Manuel López Obrador y ante un enjambre de cámaras y micrófonos rechazaba los dichos del senador perredista Miguel Barbosa, que acusaba a los priistas de tenerle miedo al tabasqueño, y alegaba:

 

– ¡Ya le ganamos dos veces! No le tenemos miedo.

 

¿Y entonces, a cuenta de qué vienen las acusaciones de Manlio Fabio Beltrones de que el líder de Morena está violando la ley apareciendo en los spots de su partido, cuando el propio Lorenzo Córdova (presidente del INE) niega que sea así?, interrogaban al yucateco.

 

Ramírez Marín le daba vuelta al asunto:

 

–Se está aprovechando de la ley…; López Obrador encontró un huequito y lo ha hecho un verdadero túnel y a través de él está escarbando y socavando lo que pretendió la reforma electoral, convirtiéndose en el único candidato a la Presidencia de la República que en los hechos se está haciendo propaganda.

 

¿Qué le preocupa al PRI? ¿Que se está gastando el dinero? ¿Que les está comiendo el mandado?, insistían los periodistas.

 

–Nos preocupa que está haciendo nugatoria la intención de la ley. Lo que la ley quería es que fuera equitativo y hoy no lo es; hoy uno solo se está aprovechando de las prerrogativas del partido que creó, dirige, financia y por supuesto es el partido que lo llevará como candidato a la Presidencia.

 

También lo ha hecho el presidente del PAN, Ricardo Anaya, le acotaron.

 

–Estamos también en contra de lo que está haciendo Anaya –agregó–. Las presidencias de los partidos no son para hacer campañas publicitarias por la Presidencia de la República.

 

¿Que las presidencias de los partidos no son para hacer campañas hacia la Presidencia de la República?

 

Al escuchar semejante apotegma, hasta el sinaloense Enrique Jackson abrió desmesuradamente los ojos y acotaría por lo bajo: pero si ese es el camino habitual en otras partes del mundo…

 

En fin, que Ramírez Marín ya no hallaba cómo argüir y respaldar el lance de su presidente de partido para impedir el uso de los tiempos oficiales a López Obrador.

 

Sólo advertiría al final: “Hay que tener cuidado con una elección (la de 2018) que va a ser, sin duda, la más competida de los últimos tiempos”.

 

-0-

 

INSEGURIDAD DEL PRI.- Del lado de la cancha blanquiazul, el mismísimo presidente del partido, Ricardo Anaya, respondía a su vez a las acusaciones de los priistas de estarse beneficiando apareciendo en los spots de su partido.

 

–Primero –asentaba muy a su estilo–, esto es una prerrogativa que está establecida en la propia Constitución.

 

–Segundo, la normalidad en todo el mundo democrático es que los voceros de los partidos sean sus presidentes.

 

–Tercero, las declaraciones del presidente del PRI, de Manlio Fabio Beltrones, muestran una enorme inseguridad y, por supuesto, el tradicional gen autoritario del PRI que lo quiere controlar absolutamente todo.

 

Lo que yo propongo –apuntaría Anaya– es que vayamos a una reforma electoral integral, donde se revise, sí, el modelo de comunicación política, incluyendo este asunto de los tiempos oficiales, de los spots, pero que también revisemos dos temas fundamentales que han quedado pendientes en la agenda nacional: la segunda vuelta electoral y las candidaturas comunes a nivel federal.

 

Vayamos a esta reforma integral en materia electoral, propuso.

 

-0-

 

ES COMO OTRO DESAFUERO.- Y claro, el propio López Obrador respondió. Lo hizo desde su Facebook:

 

“Quieren sacarme por completo de los medios de información: ya sea prohibiendo que aparezca mi imagen o estableciendo que se van a tener que comprar los tiempos en radio y televisión.

 

“Es como otro desafuero con miras al 2018. Por cierto, en esa ocasión, Beltrones, quien era presidente de la Cámara de Diputados, se alió a Vicente Fox porque no querían que mi nombre apareciera en la boleta electoral de 2006”.

 

-0-

 

GEMAS: Obsequio del ministro José Ramón Cossío en torno al caso Caro Quintero: “No existe fundamento legal nacional o internacional que permita justificar frente al ahora quejoso el haber permanecido por más de un cuarto de siglo en prisión preventiva, sujeto a un proceso penal no concluido”.