Ya está cocinada la lista de los siete finalistas para ocupar un lugar en el nuevo Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI).

 

En las últimas negociaciones entre los senadores se perfilaban los nombres de Cecilia Azuara, Rosa María Bárcena, Alfonso Oñate Laborde y Ricardo Salgado.

 

(Los cuatro trabajan actualmente en el IFAI. Azuara es secretaria técnica de Acceso a la Información, Bárcena es directora de Análisis Normativo, Oñate es secretario de Protección de Datos Personales, y Salgado es director de Asuntos Jurídicos).

 

El quinto nombre es el de Oscar Guerra Ford, presidente del Instituto de Transparencia del Distrito Federal (InfoDF).

 

El sexto nombre que apuntan los senadores para ocupar un asiento como Comisionado en el IFAI es Eugenio Monterrey Chepov.

 

Monterrey (a diferencia de los cinco nombres que le anteceden), no aparece en la lista de los 25 candidatos propuestos a los senadores por el Comité de Expertos como “los más aptos” para ocupar el cargo.

 

Empero, en su currículo se lee que fue presidente del Instituto de Acceso a la Información del Estado de México (Infoem) y de la Conferencia Mexicana de Acceso a la Información Pública, además de haber sido asesor de la campaña presidencial de Porfirio Muñoz Ledo.

 

El séptimo y último nombre aún estaba a negociación cuando cerramos esta columna. Pero lo más probable es que ya hoy mismo esté completa la lista, se cierre el dictamen y no tarden en llevarse los nombramientos a votación del pleno.

 

De lograr cada uno los votos de las dos terceras partes del Senado, ya sólo faltaría que el presidente de la República no objete el nombramiento. Y entonces sí, a ocupar sus asientos en el nuevo IFAI.

 

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CÓNCLAVE PANISTA DETIENE REFORMAS.- La propia presidenta de Acción Nacional, Cecilia Romero, se reunió ayer por la mañana con la bancada de su partido en el Senado y les pidió mantenerse firmes en sacar primero -y ante todo- la reforma político-electoral.

 

¡Nada de hacer concesiones ahí!, dijo. Y en ello obtuvo el respaldo unánime de maderistas y corderistas (aunque Javier Lozano se quedó rezongando con su iniciativa en telecomunicaciones).

 

Incluso Roberto Gil (corderista de hueso colorado) nos comentó al salir del cónclave que el dictamen propuesto por el PRI era realmente “impresentable”. “No vamos a avalar ese dictamen”, aseveró. Y citó algunas de sus observaciones:

 

Diluye por completo la intención de convertir el IFE en el INE; el sistema de fiscalización prácticamente no sirve para nada tal como se dejó; desaparece la nulidad por el rebase de topes de campañas; permite el prorrateo entre candidaturas; no precisa cuáles son los requisitos para la reelección…

 

Lo de los candidatos independientes, agregó Gil, se convirtió en una “mala broma” pues para formar un partido se requiere el apoyo del 0.26% del padrón, en tanto que para un independiente se le obliga a obtener las firmas del 1% del padrón ¡y en 60 días!

 

En fin, la lista de “trampas” citadas por el panista es larga.

 

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MESAS DE NEGOCIACIÓN URGENTES.- Ante posición tan firme por parte del PAN para no mover nada en tanto no salga la reforma política-electoral -y en sus términos-, a Emilio Gamboa no le quedó más que aceptar la conformación de una mesa de negociación que se pondría a trabajar esa misma tarde “para reconducir” el proceso.

 

Y sí, ya se perdieron 10 días en esta historia. Apenas si dará tiempo -con algo de buena voluntad- para sacar adelante las leyes secundarias de la reforma político-electoral durante este periodo ordinario que concluye dentro de ocho días.

 

De ahí que la perspectiva para que salga adelante la secundaria en telecomunicaciones (además de que a Lozano también lo zangolotearon, incluidos algunos de sus compañeros de partido, y lo obligaron a sentarse de nuevo a trabajar con el dictamen en Comisiones) no luce nada bien.

 

Ya se habla de la posibilidad de que también telecomunicaciones -al igual que la energética-  se vayan a un periodo extraordinario.

 

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GEMAS: Adosada a un muro de Bellas Artes, a un costado de la urna con las cenizas de Gabriel García Márquez, se veía una enorme corona de rosas amarillas y blancas. La cinta morada que la cruzaba dejaba ver la siguiente leyenda: “Al amigo entrañable. Fidel Castro Ruz”.