Miguel Barbosa defendía a capa y espada la permanencia de Alejandro Encinas dentro del grupo parlamentario del PRD en el Senado. Lo hacía ante los periodistas, que recogían la voz de Los Chuchos para que el mexiquense abandonara la bancada.

 

Pero Barbosa, recién desembarcado de las Europas, pedía a sus compañeros enfrentar esa “pequeña crisis” por la que atravesaban “con responsabilidad y madurez”.

 

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Eso, desde su perspectiva, implicaba “ajustar” el grupo, “acomodar las cosas” para que los 22 integrantes de la bancada que encabeza pudieran continuar trabajando bajo el mismo paraguas aun cuando cuatro de ellos –Alejandro Encinas, Mario Delgado, Rabindranath Salazar y Adán Augusto– hubieran renunciado al partido, al PRD.

 

–¿Y si la dirigencia nacional del PRD le exigiera que los cuatro que renunciaron al partido quedaran fuera del grupo parlamentario? –, le interrogaron.

 

Barbosa dio vueltas a la respuesta: que si su respeto a la dirección nacional, que si tocará el tema con el presidente del partido, que si no son un órgano pero sí una instancia legislativa…; hasta que finalmente aceptó: “Vamos a tratarlo con la dirección, aunque yo confío en que la dirección va a confiar en nosotros”.

 

Para el jefe de la bancada perredista el grupo parlamentario del PRD “tiene que defenderse a sí mismo; no podemos volvernos el anexo de otras crisis”.

 

Él –contra lo que opina la senadora Angélica de la Peña, esposa de Jesús Ortega– apoyaba la permanencia de Encinas en la bancada e incluso que el mexiquense continuara al frente de las comisiones en las que participa.

 

La estabilidad del grupo –sostenía Barbosa– tiene que ver con el trabajo que están desempeñando sus integrantes. ¿Quién puede pensar que el senador Alejandro Encinas no hace un desempeño honroso para el grupo parlamentario y para el Senado?

 

E insistía en que la fortaleza del grupo parlamentario del PRD en el Senado, de 22 integrantes, del 17.2% de representación del total de senadores, “radica en su unidad, en su cohesión y en su capacidad para enfrentar los momentos complicados siempre en acuerdo”.

 

Es lo que Barbosa espera, o al menos lo que hasta ayer pensaba. Pero el chaparrón está por caerle encima. Porque Los Chuchos –transformados más bien en Chuckys– ni fueron a visitar al Papa, ni están tan de buen humor, ni andan con espíritu samaritano.

 

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REDOBLAR LA PRUDENCIA, PIDE EL CCE.- Lo han dicho de diversas maneras y en distintos foros. El Consejo Coordinador Empresarial insistió ayer en llamar al gobierno a la prudencia y a establecer prioridades:

 

En materia de ingresos y gasto público, hay que redoblar la prudencia y anticiparnos a los riesgos, que se perfilan sobre todo hacia la segunda mitad del año y el 2016. Esta –indicó– es una llamada no sólo para ajustar, sino para perseverar en la necesidad de promover una verdadera reingeniería del ejercicio presupuestal en los tres niveles de gobierno

 

Gerardo Gutiérrez Candiani sostuvo que éste es momento de reconsiderar proyectos o replantear sus tiempos de ejecución, en función de su relación costo-beneficio y necesidades; priorizar lo urgente sobre lo que puede esperar, para no generar deudas u obligaciones que comprometan innecesariamente las finanzas públicas.

 

Y por lo que toca al gobierno mismo, pidió acreditar una transformación de fondo con pasos como el sistema nacional anticorrupción; así como “limpiar y renovar” la vida pública en México.

 

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GEMAS: Obsequio del padre Alejandro Solalinde durante una de las marchas realizadas ayer en apoyo a los familiares de los normalistas desaparecidos: “En este movimiento he aprendido que el gobierno ha perdido la vergüenza y nosotros hemos perdido el miedo”.

 

Regalito del secretario general del PAN, José Isabel Trejo: “Si el ex presidente Felipe Calderón quiere irse (del partido), que se vaya ya; qué tiene que esperar, ¡que se vaya!”

 

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