El legislador mencionó que será diputado independiente y seguirá con el Bloque Progresista, integrado por los diputados que firmaron el Acuerdo de Unidad encabezado por AMLO

¿Tan mal vería Alfonso Navarrete Prida a Enrique Peña Nieto que decidió colmarlo de incienso para levantarle el ánimo?

 

Porque vaya que el secretario del Trabajo hizo gala del viejo estilo priista –muy mexiquense, por cierto- en la firma del nuevo Pacto en Los Pinos (como en los tiempos de Miguel de la Madrid), ése que llamaron Acuerdo para el fortalecimiento económico y la producción de la economía familiar y que esta vez signaron las Secretarías de Hacienda, Economía y Trabajo, el CCE, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y el Comité Nacional de la Confederación Nacional Campesina.

 

Toda una apología del “estadista” que hay en Peña se llevó buena parte de la intervención de Navarrete. Porque, por si no lo saben, “si existe una tarea difícil en el mundo, es la de ser líder y más aún la de ser estadista”, instruiría el funcionario, con dedicatoria para aquéllos que maltratan y cuestionan al Jefe del Ejecutivo.

 

Participación que, por cierto, inició subrayando la “armonía” entre empresarios y gobierno, como si ninguno de los presentes se hubiera dado cuenta de que la Coparmex –ni más ni menos- no estaba presente y que el sector patronal se negó a firmar el citado acuerdo por considerarlo “improvisado, incompleto e insuficiente”.

 

Luego se siguió destacando el “realismo” y la “responsabilidad” con que actúa el Presidente de México. Todo un líder que ha puesto de lado conservar simpatías.

 

Ir contra los intereses del país no cabe en el presidente Peña”, ilustraría Navarrete Prida a los presentes: para volverse luego hacia el Presidente y subrayar emocionado: “Ha demostrado usted que la popularidad no es apetecible a un costo tan alto como generar un grave daño a los mexicanos”.

 

Para concluir con un regaño hacia los ingratos e ignorantes porque, quiérase que no, alegaría el titular del Trabajo, “sólo quienes no quieren verlo con claridad piensan y difunden que la medida (quitarle el subsidio a las gasolinas) no era lo más conveniente”.

 

Y una nota de clarín como remate: frente a los robos y saqueos, ahí están los “acuerdos” para enfrentar a 2017 “con unidad y un gran liderazgo”.

 

Aplausos sonoros de la concurrencia para Peña Nieto.

 

 

Vienen otros desafíos.- Si ya de por sí resultaba preocupante el alza de las gasolinas y lo que esto ha provocado en la población, mayor congoja ocasionaron algunas frases del propio Presidente de la República.

 

Sobre todo esta advertencia: “El año 2017 será de grandes desafíos. El aumento en el precio de las gasolinas es apenas el primero de ellos…”.

 

Y esta otra: “Vienen otros desafíos, vienen muchos retos… Es un año muy complejo”.

 

Poco tranquilizaba el resto de la oración: “(…) Pero en algo estoy decidido es que, si damos pasos de manera consolidada, vamos a poder superar esto todos, unidos”.

 

Rostros adustos y preocupados, la mayoría, complementarían lo que ahí apenas esbozaba Peña Nieto.

 

GEMAS. Obsequio de la Coparmex: “Urge un acuerdo, sí, pero es más importante que dicho acuerdo sea fruto de un verdadero y amplio consenso social, y no sólo sirva como estrategia de comunicación o imagen pública”.