Los tiempos políticos están movidísimos. Allá en San Lázaro aún les queda un año de ejercicio a los diputados de esta LXII Legislatura y sin embargo los espacios para la siguiente (2015-2018) ya se otean y se disputan desde muy distintas trincheras.
Secretarios de Estado incluidos.
Por ejemplo ya se menciona entre sus futuros integrantes a Jorge Carlos Ramírez Marín, actual secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
¿Por qué habría de abandonar el gabinete para ocupar una curul? Porque si va a contender por la gubernatura de Yucatán (en el 2018) -y todo apunta hasta ahora para que él sea el candidato del PRI- no estaría mal que tuviera un pie en su tierra.
Así que esperan que Ramírez Marín haga una escala en San Lázaro antes de buscar la sucesión de Rolando Zapata.
A quien también se le espera como integrante de la próxima Cámara de Diputados es al actual director del Infonavit, Alejandro Murat Hinojosa (hijo del ex gobernador oaxaqueño José Murat Casab).
El joven Murat quiere seguir los pasos de su padre. En ese sentido, un cargo electoral previo no le iría nada mal y le abriría el espacio para tratar de recuperar la entidad para el PRI.
Aunque de por sí ya es un personaje bastante placeado por el gobernador Gabino Cué Monteagudo. Las malas lenguas dicen que es el candidato de Gabino.
Incluso hay quienes apuntan al joven Murat como candidato del PVEM (en alianza con el PRI, por supuesto) en caso de que el priismo fuese aún fuertemente rechazado en la tierra juarista. La idea sería buscar un efecto semejante al de Manuel Velasco en Chiapas.
Otro nombre del gabinete que se menciona para incorporarlo a San Lázaro es el de Rosario Robles, titular de la Secretaría de Desarrollo Social. Y aunque ya sabemos que a ella un día sí y otro también la “tiran” de la Sedesol, el caso es que la mencionan.
Pero además, esta vez el caso de Robles tendría como objetivo -como en los casos anteriores- apuntalar a la ex perredista como posible candidata del PRI en el Distrito Federal. O sea, sería la elegida para enfrentar en el 2018 a los candidatos del PRD y de Morena.
Y de paso abriría el espacio en el gabinete para alguno de los hombres más cercanos a Enrique Peña Nieto, con vistas a la sucesión presidencial: Ernesto Nemer Álvarez, subsecretario de Sedesol, o a Luis Enrique Miranda, subsecretario de Gobernación.
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EL PRÓXIMO LÍDER DE LA BANCADA.- Ya encarrerados en este juego futurista, también aparecieron algunos nombres para coordinar el grupo parlamentario del PRI a partir del 2018.
Fueron dos los que nos mencionaron. El primero no es sorpresa, se le ha citado ya varias veces para esa posición. Se trata del actual presidente del PRI, César Camacho.
Incluso hay quienes apuestan por un enroque: Camacho al frente de la bancada tricolor en la Cámara de Diputados y Manlio Fabio Beltrones al frente del PRI.
Pero hay otro nombre que también se está manejando para encabezar a los priistas en San Lázaro: es el de Enrique Martínez y Martínez, actual secretario de Agricultura.
¿Por qué? La respuesta que nos dieron fue: “Podría ser un buen líder del PRI”. (Claro que si a esas vamos, también lo podría ser del partido, ¿verdad?)
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CRISTINA NO TIRA LA TOALLA.- Las encuestas dirán misa, pero por lo que toca a la senadora Cristina Díaz, sigue -y está- más que puesta para alcanzar la candidatura del PRI al gobierno de Nuevo León (se disputa el año entrante, pero ya para septiembre-octubre próximo debe definirse el candidato).
De hecho, ella se ve adelante de sus competidores (incluido el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo); los empresarios regios -a decir de sus colaboradores- la ven con buenos ojos; entre la ciudadanía, la imagen del “cambio” pasaba hasta hace poco por un rostro femenino…
Y bueno, siempre ha venido de atrás. Así ha sido su carrera política: “romper barreras”. Lo intentará. Lleva más de 30 años preparándose para ello.
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GEMAS: Obsequio de la delegada de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en Tabasco, Olivia Azcona: “La Profeco nos brindará el apoyo para que las casas de empeño no reciban las tablets que entregaremos” a los niños de quinto año.