Ayer al mediodía, Andrés Manuel López Obrador subió a su página de Facebook un video –a últimas fechas lo hace con harta frecuencia– con este llamado:

 

El 2017 será el año de la unidad del pueblo para derrocar pacíficamente a la mafia del poder y lograr el renacimiento de México”.

 

De guayabera blanca, entre palmeras, el líder de Morena explicaba su propósito de año nuevo –derrocar a la mafia del poder– a partir de los precios recientes de las gasolinas:

 

No podemos quedarnos nada más en la queja, en la protesta; tenemos que pensar en cambiar al régimen. Hay que cambiar al régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios”, sostenía.

 

¿Que falta mucho para las próximas elecciones presidenciales?

 

-¡No! –alegaría el tabasqueño-, hablamos de año y medio…, 17 meses. Se va a ir rápido el tiempo.

 

Con esta idea, a lo largo del año, realizará actos en las plazas públicas de todo el país para convocar a la gente –sin importar filiación política– a firmar un documento “por la unidad” en el que se comprometen a lograr “un cambio de régimen” para lograr “el renacimiento de México”.

 

Según López Obrador, con él se van a resolver los altos costos de los combustibles, va a haber trabajo, se van a mejorar los salarios, va a haber pensión para todos los adultos mayores, se va a garantizar el derecho para todos a la educación y a la salud pública y gratuita.

 

¿Y de dónde va a salir para todo eso?

 

-Sencillamente, se va a acabar con la corrupción –responde él mismo (y lo mismo) por enésima ocasión–. Vamos a acabar de tajo con la corrupción, que es el principal problema de México. Por eso es que domina esta mafia…

 

De modo que no estemos pensando que no hay salida, pidió, porque “sí hay opción, Morena es la opción. Ayúdenos, eso sí, para que entre todos derroquemos a este régimen corrupto”.

 

Palabras más, palabras menos, así podríamos resumir el primer video del año de Andrés Manuel, el dos veces candidato presidencial, que hoy se perfila, una vez más, como favorito para la Presidencia de la República.

 

Como diría Jorge Suárez-Vélez, autor de La próxima gran caída de la economía mundial: el caldo de cultivo –sembrado por este gobierno–, le pone a AMLO la presidencia “de pechito”.

 

Nos comimos a la gallina de los huevos de oro.- Es lo que asevera el ex candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida Ochoa, que al depender en buena medida de los ingresos por la venta de petróleo, “consumimos a la gallina de los huevos de oro (Pemex)…, nos la comimos permanentemente”.

 

En un debate con el ex director de Pemex Refinación, Juan Bueno Torio, y con el senador Manuel Bartlett, en Aristegui Noticias, Labastida comentó que los problemas que vivimos por el aumento a las gasolinas “no son resultado de la reforma energética, sino del abandono de Pemex”:

 

Se le cobraba 71% de los ingresos que obtenía por la venta de crudo. Era un impuesto expropiatorio y eso le impidió desarrollarse, alegó el ex gobernador de Sinaloa.

 

 

GEMAS. Obsequio del subsecretario de Ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher, sobre el aumento en las gasolinas: “Nos queda claro que obviamente es una medida impopular”.