Ayer anduvo por la Ciudad de México. Nos tomamos una cervecita con él. Y valga decirlo, Jaime Rodríguez Calderón mejor conocido como Bronco, anda bien echado p’alante.
Porque si de por sí ya pintaba bien su aventura política en busca de la gubernatura de Nuevo León como candidato independiente –las encuestas lo situaban en segundo lugar, apenas unos puntos debajo de la priista Ivonne Álvarez–, con la voltereta en el PAN dice que le va a ir mejor.
De entrada Bronco apunta que “el reacomodo es bueno”. Pero está cierto que la gente que votaba por Margarita Arellanes –derrotada en la contienda interna del PAN por Felipe de Jesús Cantú– trasladará sus votos hacia él.
Y no es porque tenga amistad con Margarita –que la hay– sino “porque Felipe representa el antimargaritismo, a los que traicionan. Y la gente no gusta de los traidores”, declara abiertamente.
Empero, el ex priista apunta que esta contienda todavía ni siquiera empieza: “Los tres precandidatos –Ivonne, Felipe de Jesús y Bronco– estamos todavía en el limbo”.
La final de campeonato está apenas por comenzar: “Faltan los cabronazos de la campaña, los errores de comunicación, las habilidades para convencer al electorado… Ni me siento con gran ventaja ni triunfalismo. Voy a trabajar para convencer y no menosprecio a mis contrincantes”.
Lo que sí visualiza desde ahora es “una final cerrada, de tercios” entre PRI, PAN y su candidatura independiente.
Por lo pronto ya juntó cerca de 400 mil firmas (cerca de la tercera parte de los votantes en Nuevo León) para poder inscribir su candidatura independiente.
¿Por qué lo apoyan tantos sin tener siquiera un partido?
“Porque la gente quiere un GOBERNADOR. Alguien que le diga la verdad, que hable como ellos”, sostiene.
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QUIEN MANEJA UN VOCHO, MANEJA UN TRÁILER.- Le preguntamos a Bronco si consideraba tener la capacidad para gobernar Nuevo León cuando apenas si había sido presidente municipal de García. ¡Uf, se prendió el norteño!
Salió a relucir buena parte de su curriculum, presumió conocer su estado “más que cualquiera” y remató con aquello de “quien maneja un vocho, maneja un tráiler”.
Jaime Rodríguez Calderón cuenta que el hecho de ser un candidato independiente le produce una sensación de libertad, “puedo decidir por mí mismo”.
Tiene un objetivo en mente: “Chingar a los malandros”. Pero curiosamente no está pensando en tirotearlos: “La maldad no se resuelve con armas, se resuelve con el corazón”, indica.
Las reflexiones de Bronco en torno a cómo gobernar se acercan más a un tono humanista e idealista. Habla, por ejemplo, de cómo ahora la gente cuida más su carro que a sus hijos; de cómo nos enojamos por un bache pero no porque un hijo llega borracho; de cómo procuramos una cochera para el carro y no construimos un cuarto extra para la hija que ya cumplió 15 años y necesita cierta independencia.
Su punto es que “perdimos el sentido común y nos dieron satisfactores de vialidad”.
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MOLESTIA CON EL COORDINADOR AZUL.- Tanto en la bancada blanquiazul como en el CEN del PAN andan bien molestos porque Fernando Herrera Ávila ha querido aparentar que él se quedará definitivamente al frente del grupo parlamentario en el Senado.
Sin embargo, según la carta que le envió Gustavo Madero, el nombramiento del aguascalentense es “temporal”. Sólo en tanto el presidente del partido realiza las consultas pertinentes.
Y esas consultas, por cierto, van marchando. Los nombres que se mencionan son los de Héctor Larios, Salvador Vega Casillas, Ernesto Ruffo y Juan Carlos Romero Hicks.
Pero el “ruido” que ha metido Herrera al proceso, autopromocionándose, no es el único. Ya sumó su propia estática Roberto Gil Zuarth –levantó la mano para suceder a Jorge Luis Preciado– aunque su nombre no aparece en la baraja.
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GEMAS: Para aquellos que gustan de la tenebra: Ayer sostuvieron una larga charla (en un restorán de la Condesa) el ex secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna y el director del Metro, Joel Ortega.
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