A lo largo de las últimas semanas, se ha intensificado los nombres de posibles precandidatos presidenciales de los partidos políticos o de las coaliciones. También hemos escuchado algunas propuestas de tratarán de vender al electorado para convencerlos con su voto.

 

De Morena, por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) comentó de analizar proyectos de infraestructura creando un fondo activo en este sector. Insiste en cambiar el lugar físico del nuevo aeropuerto hacia Santa Lucía llevando ahí las cotizaciones actuales de las licitaciones. Vemos muy difícil que se pueda cambiar de sede (lugar físico), ya que las condiciones con las que las empresas evaluaron y costearon sus proyectos se modificarían.

 

En temas de seguridad, Morena estaría creando la Secretaría de Seguridad Pública y una Guardia Nacional con el apoyo de 214 mil soldados y 55 mil marinos.

 

Para el tema de corrupción, AMLO dice que no habrá cambios constitucionales, pero habrá cero tolerancia contra la corrupción, impunidad e influencias. Para ello crearía una Contraloría Ciudadana.

 

En la política social, incluirá todos los jóvenes en programas educativos y laborales, así como la atención a los adultos mayores.

 

Con respecto al Frente Ciudadano (PANPRDMC), prevén un modelo económico social de mercado, orientado al crecimiento con equidad. Elaborarán un Plan Nacional de Infraestructura con la participación del sector privado.

 

El Frente es una plataforma que busca construir sobre coincidencias de los tres partidos y aquellas cosas en que tienen diferencias, buscar darle salida de manera independiente.

 

En cuanto al tema de seguridad, estarían rediseñando el Sistema de Seguridad Pública, establecerán un programa para prevenir la violencia, recuperar los espacios públicos, garantizar la impartición de justicia con perspectiva de género, erradicar la tortura y combatir la trata de personas.

 

En relación a la corrupción, el Frente Ciudadano prevé mejorar y fortalecer el Sistema Nacional Anticorrupción, hacer autónoma la Auditoría Superior de la Federación, crear observatorios ciudadanos para supervisar y fiscalizar los contratos públicos a fin de erradicar la corrupción y falta de transparencia.

 

En materia de política social, propusieron abandonar las políticas asistencialistas que propician el “clientelismo” y sustituirla por una “renta básica universal” por el simple hecho de ser mexicano.

 

Por el lado del PRI e independientes, hasta el momento no se han tenido mensajes claros hasta no tener precandidatos a la Presidencia de la República, lo cual se espera conocer pronto. Es muy factible trabajar en continuar con los avances de las reformas estructurales, seguir trabajando con los 32 cuerpos de seguridad nacional, lograr darle la vuelta al tema de corrupción y mantener sus programas sociales como hasta ahora.

 

Todas estas propuestas parecen ser interesantes, pero deberán tener un sustento real y factible para lograrse. Sabemos que el Gobierno federal debe seguir trabajando en materia económica para reducir el nivel de deuda pública, existe un porcentaje muy alto de gastos no modificables como pueden ser las pensiones, gasto en educación, gasto en salud, etcétera.

 

¿Qué pasará si se aprueba la reforma fiscal en Estados Unidos con la reducción de impuestos y la repatriación de capitales? Seguramente el Gobierno federal deberá de trabajar en cambios en la estructura de impuestos, algo que no le gusta escuchar a la sociedad y máxime cuando hay impunidad y corrupción en un período de competencia electoral.

 

 

¿Cómo responder a estos puntos?

No se trata de dichos generales ni magias por el simple hecho de decirlo. Se necesita acciones bien fundamentadas y viables. Cuando los partidos hagan esto, seguramente tendrán el apoyo y beneficio del voto ciudadano.

 

Insisto, pero este año debe quedar al frente del país un “administrador” que sepa mover e identificar rápido la condición económica del país. Trabajar con un verdadero equipo de gobierno y atender temas prioritarios como la inseguridad, la corrupción y la política social, además, claro, de la estabilidad económica.