Con esa pregunta, planteada durante un concurso de oratoria en la secundaria donde estudiaba en 2008, Carolina Aranda hizo notar una desgracia general: “¡Pobre de México, tan cerca del futbol y tan lejos de la ciencia!” Peor aún, refirió que ella misma había ido a buscar información sobre Haro en diversas bibliotecas y librerías y no halló nada.

 

Mañana jueves, equinoccio de primavera, se cumplen 100 años del natalicio de Guillermo Haro Barraza, astrónomo mexicano muy reconocido en otras partes del mundo. Aquí, en nuestro país, fuera de la comunidad científica, son pocos quienes saben que a él se debe uno de los descubrimientos más fascinantes de la Astronomía moderna: en 1949, utilizando la Cámara Schmidt del observatorio de Tonanzintla (lugar de nuestra madre, en náhuatl), Puebla, Guillermo Haro descubrió, junto con su colega estadounidense George Herbig, los llamados Objetos H-H (iniciales de los apellidos de ambos), un tipo de nebulosas que resultaban toda una novedad para la Astronomía mundial de esa época.

 

Curiosamente, en estos días de segundo puente vacacional del año ha sido posible avistar sin mucha dificultad el cometa C/2011 L4 PANSTARRS o simplemente Pan-STARRS, llamado así porque se descubrió con el telescopio que lleva ese nombre y que se ubica en el observatorio del volcán Haleakala, en Hawai, en junio del 2011.

 

Este cometa es toda una rareza espectacular porque es irregular (no periódico) y proviene de los confines del Universo. También, porque justo en estos días pasó cerca del Sol sin desintegrarse, lo cual constituía un alto riesgo. El Pan-STARRS adornará los atardeceres en el hemisferio Norte de nuestro planeta, entre los 8º y 10º grados sobre el horizonte, en dirección Norte-Noroeste (NNO), hasta finales de marzo e inicios de abril.

 

Las aportaciones de Haro a la ciencia son diversas y significativas. Hoy en día, estas proezas le han valido que uno de los cuatro observatorios más importantes de México lleve su nombre, el de Cananea. Los otros tres son: el de San Pedro Mártir, en Baja California, el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) de Sierra Negra, Puebla, y el ya mencionado de Tonanzintla, que es actualmente sede del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).

 

La Astronomía no fue, sin embargo, la primera ni única carrera que estudió Guillermo Haro, antes había cursado estudios en las facultades de Filosofía y Letras y Derecho de la UNAM, de ahí que sea considerado como un destacado humanista. En su discurso de ingreso al Colegio Nacional, titulado En el cielo y en la Tierra,Haro demostró que no sólo se ocupaba de las cosas del espacio exterior, sino también de los problemas terrenales, sociales, los derechos humanos y sus implicaciones políticas.

 

Apasionado de las estrellas, en 1968, Guillermo Haro contrajo matrimonio con una de ellas, hecha de carne, hueso y, sobre todo, de palabras, de letras: la escritora y periodista Elena Poniatowska, con quien pasó las últimas dos décadas de su vida. De ella podremos disfrutar en breve una biografía sobre este destacado científico, que será sin duda una historia llena de imágenes celestiales, como las que sólo ella sabe plasmar.

 

A propósito, a Elena le deseamos que, con el advenimiento de la primavera, llegue también la recuperación y florezca de nuevo el sabor de su tinta; lo deseamos de todo corazón y con todo nuestro cariño.

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