¿Qué cómo le fue al PRD en las elecciones del domingo pasado?

 

“Ni mal, ni bien”, responde Ángel Ávila Romero, presidente del Consejo Nacional del Sol Azteca. Y si tuviera que ponerle una calificación, ésta sería de 7.5, refiere.

 

Sus razones tiene para esta consideración: se había vaticinado un tres a uno (de Morena frente al PRD) en la Ciudad de México, y no fue así. Morena obtuvo 22% y nosotros, 19%; además, refrendamos los triunfos en las delegaciones que gobernamos, salvo Iztacalco.

 

“No es malo, pero tampoco bueno”, apunta el de Nueva Izquierda, aunque desde nuestro punto de vista, Raúl Flores, presidente del PRD en la CDMX –y protegido de Miguel Ángel Mancera– debería haber presentado desde hace rato su renuncia. Lleva dos derrotas al hilo.

 

Eso por lo que toca al bastión más importante del PRD, donde, a decir de Ávila, influyeron, por un lado, el desgaste natural del partido (lleva 19 años gobernando la ciudad) y, por otro, algunas de las políticas públicas del gobierno capitalino, como el Reglamento de Tránsito.

 

Por lo que toca a lo conseguido en el resto del país –ganaron tres gubernaturas en alianza con el PAN: Quintana Roo, Veracruz y Durango; pero ninguna solos, por pleitos entre los mismos perredistas–, dice que tampoco les fue tan mal si se considera que vivieron “la gran tormenta perfecta”.

 

Tormenta que incluye las salidas del partido de Andrés Manuel López Obrador y de Cuauhtémoc Cárdenas, el pleito con Marcelo Ebrard, malos gobiernos en varios estados, el caso Iguala (la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa), con lo que esto golpeó al partido y provocó la renuncia de Ángel Aguirre y la pérdida de la gubernatura de Guerrero, la renuncia prematura de Carlos Navarrete a la presidencia del partido, el Pacto por México…

 

Puesto así, podría verse hasta milagroso que el PRD hubiera sobrevivido.

 

Rumbo a 2018.- ¿Debería quedarse como presidente del partido Miguel Basave?

 

Ángel Ávila no tiene dudas: “Basave es un presidente exitoso, no debería irse”.

 

Pero ante la anunciada posibilidad de su renuncia, los perredistas se están preparando.

 

Primero, un presidente interino que sustituya a Basave en el interinato. (Los nombres que se manejan hasta ahora son: Camerino Márquez, Miguel Alonso Raya, Beatriz Mujica y debe ser electo por las 2/3 partes del Consejo Nacional.)

 

Luego están planteando la posibilidad de una renovación adelantada de toda la dirección. Sería hacia enero o febrero, para que se hiciera cargo ya de los procesos electorales de 2017 y de 2018.

 

Y a partir de ahí ver qué línea política van a tomar, bajo qué proyecto y acuerdo; y definir entonces a su candidato presidencial. Porque para la Presidencia de la República, subraya Ávila, el PRD llevará candidato propio. Cuando menos “de entrada”.

 

Gemas: obsequio del presidente de la Suprema Corte, Luis María Aguilar: “Descalificar a los jueces fuera del contexto en que han juzgado no contribuye al interés de lograr un mejor sistema de justicia penal”.