A pesar de la radicalización de las protestas del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) en el marco del proceso electoral, el gobernador Rogelio Ortega Martínez garantiza que la jornada del 7 de junio se llevará a cabo “de manera categórica”.

 

Durante una charla, el recién nombrado gobernador sustituto —por segunda ocasión— destaca que durante estos meses de su gestión hay avances palpables en Guerrero, como la baja en los índices de inseguridad y en los reclamos sociales.

 

¿Qué cambió en Guerrero desde que usted llegó como gobernador?

 

Cuando yo llegué se incendiaban, bloqueaban por más de 12 horas la Autopista del Sol.

 

Pero las manifestaciones por el caso Ayotzinapa no paran

 

Se ha disminuido el conflicto, han disminuido las movilizaciones, no porque haya yo comprado liderazgo alguno, sino porque nos hemos ido en la ruta de atender los grandes rezagos y las grandes demandas legítimas de los movimientos sociales.

 

¿Le ha apostado al diálogo?

 

Al diálogo, tolerancia, mesura, sensatez y a los acuerdos; ganarme la confianza de los liderazgos para que podamos decir ‘lo que se pueda resolver, se resuelve, y lo que es más difícil lo trabajamos juntos’. ‘Lo que corresponde al gobierno del estado aquí; lo que corresponde a la Federación lo acompañamos y allá llevamos nuestros argumentos, nuestras propuestas’, juntos, para que la Federación también apoye en lo que le compete.

 

¿Hasta dónde llegará la tolerancia del gobernador con la Ceteg?

 

La tolerancia para mí es muy clara: donde termina el derecho de unos, su derecho de libre manifestación, petición, exigencia, reclamos, incluso, nosotros estamos para ello. Pero cuando ya se violenta el derecho de otros, ahí nosotros intervenimos.

 

¿Se acusa de omisión a su gobierno?

 

No, no hemos sido omisos, es muy clarito: in situ y en flagrancia, detención si se están haciendo actos de vandalismo y actos que afecten a terceros. Y hemos ayudado, hemos coadyuvado con la Federación, incluso, en las zonas federales donde no nos compete a nosotros.

 

¿En qué casos?

 

Acuérdese que la primera vez que quisieron incendiar el Aeropuerto Internacional “General Juan N. Álvarez”, en la primera línea estuvo la policía estatal y fue a nosotros a los que nos tocaron los cocolazos.

 

¿Tiene la Ceteg de rodillas al estado?

 

No. Al estado no lo tiene nadie de rodillas. Había 46 ayuntamientos tomados cuando yo llegué, hoy se pueden contar con los dedos de una mano.

 

¿Cuántos?

 

Había 46, de 81, e iban por todos. Ahorita quedan menos de cinco. Prácticamente Chilpancingo, ya en ruta de que nos lo entreguen; Tixtla porque ahí está Ayotzinapa, es el emblemático, y Tlapa.

 

¿Hay garantía para que concluya el proceso electoral en curso?

 

Garantizado absolutamente, de manera categórica. Garantizado. Hace algunos meses había incertidumbre de si iba a haber elecciones, por supuesto que va a haber elecciones.

 

¿Ha podido hablar con los familiares de los normalistas?

 

Lo que le he dicho a los líderes políticos, a los liderazgos sociales y a los candidatos: escuchen a los familiares, escuchen, porque cuando ellos están planteando que no se realice la elección ¿qué hay en el fondo? Un planteamiento de no votar por la narco-política.

 

Para ellos, la idea de votar es llevar a presidencias municipales a delincuentes como el que gobernaba en Iguala. Entonces, ahí hay que escucharlos. Retomen su justo reclamo.

 

Pero ¿ya lo habló con estos grupos?

 

No. A ver, hay que ubicar el asunto. Es un derecho consagrado. Nadie, nadie — por legítimo que sea su reclamo, su demanda— le puede impedir a una mexicana, a un mexicano, a una guerrerense, a un guerrerense, su derecho a votar. Ese es un derecho y los derechos no están a debate ni a discusión.

 

Usted expuso la posibilidad de que este asunto se convierta en un 1968… Estuvo a punto. Siempre la tentación o la desesperanza, frente a una multitud desbordada, crispada, que realiza violencia simbólica y que, incluso, está en la frontera de los linchamientos hasta personales de algunos actores políticos, por supuesto dicen: ¿a qué hora — y hay un reclamo social también muy fuerte— a qué hora van a intervenir para terminar con esto?”.

 

Es decir, ¿dónde está la autoridad que les permite a estos atentar contra mi derecho al libre tránsito? Porque yo estoy durante 8 horas aquí detenido y no puedo llegar a Acapulco porque tienen bloqueada la autopista”. Y, entonces, con toda justeza dicen: ¿dónde está la autoridad?

 

¿Qué hace la autoridad?, decir “compréndannos; hay una tragedia, hay un conflicto de una gran magnitud y entonces estamos conminando a los líderes, para que no violenten el derecho de ustedes para que se retiren, hasta llegar a lograrlo”. Ya no hay bloqueos en las carreteras ni en las autopistas.

 

¿Continúa la chispa que puede incendiar nuevamente el estado?

 

Claro, es un conflicto, es una herida que no cierra. ¿Qué dicen los padres, los familiares? “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

 

¿Pero qué decir de la versión oficial?

 

Hay un veredicto de la autoridad que ha investigado, el tema lo atrajo la PGR. Hay hipótesis ahí ya planteadas, hay investigación realizada, hay planteamientos hechos, pero existe todavía la parte de los familiares que dicen: no les creemos. Se perdió la confianza y la credibilidad en las instituciones.

 

Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer ahora?

 

Debemos retomar nuevamente el asunto pero juntos, autoridades y los agraviados, la gente que litiga, la gente que no cree, para que lleguemos a una ruta de encuentro institucional y podamos darle solución al tema. Y están los protocolos internacionales de la reparación del daño.

 

¿Hay garantía real?

 

La hay. Me explico. La inmensa mayoría de los ciudadanos de Guerrero queremos ir a ejercer nuestro derecho de votar libremente somos más. Hay un sector de grupos de delincuencia organizada que tienen su presencia en Guerrero y es innegable. Yo espero que no irrumpan en el boicot a la elección el 7 de junio.