La revisión de la calificación de Pemex, anunciada por Moody’s, no deberá afectar la confianza de los inversionistas en la empresa productiva del Estado, debido a que actualmente en escala nacional la nota es la más fuerte y tiene mucho margen de maniobra, coincidieron analistas.

 

Además, señalan, el último rating disponible de la empresa productiva del Estado en otras agencias como Fitch, HR Ratings y Stadard & Poor’s, se mantiene también en niveles óptimos, lo que representa que el riesgo crediticio es bajo.

 

De acuerdo con José Luis Cano, director corporativo ABS de HR Ratings, la calificación de Pemex se ubica en (HR AAA) en escala local, pues la deuda contratada por Pemex no está fuera de las proyecciones realizadas por la calificadora.

 

“Aunque Pemex ha demostrado que mucha inversión que ha estado haciendo en explotación, desarrollo y producción se ha hecho a través de deuda, consideramos, por la importancia estratégica que tiene Pemex para el gobierno federal, que continúan con ese estatus de deuda soberana”, afirmó.

 

Abundó que HR Ratings realiza revisiones anuales sobre la calificación como rutina, aunque cada trimestre hace un seguimiento de las calificaciones corporativas con la información disponible en ese momento, así como revisiones mensuales con respecto a los balances financieros.

 

En su último reporte, publicado el pasado 7 de mayo, la calificadora Fitch Ratings mantuvo la nota en escala nacional de largo plazo en AAA(mex).

 

En el documento, Fitch afirmó que la reforma energética beneficiará las finanzas de Pemex, pues la independencia presupuestal otorgaría flexibilidad a los recursos de la empresa.

 

“Antes de la implementación de la reforma energética, la empresa tenía que obtener la aprobación de un presupuesto anual por parte del Congreso, el cual, junto con una carga fiscal importante, restringía la flexibilidad de inversión de Pemex”, destacó.

 

Apenas en junio pasado Standard & Poor’s consideró que las emisiones de certificados bursátiles de la petrolera mexicana merecieron mantener una calificación mxAAA en escala nacional, debido a que la deuda está respaldada por una garantía de pago incondicional e irrevocable de las subsidiarias de Pemex, además de “una probabilidad ‘casi cierta’ de apoyo extraordinario del gobierno” en caso de ser necesario.

 

En la escala de Moody’s, Pemex cuenta con una nota Aaa.mx, lo que representa el máximo posible, mientras que para dejar de obtener el estatus de empresa con grado de inversión, la nota de la petrolera mexicana debería bajar tres escalones, hasta Baa. Aun así, las emisiones de deuda de la empresa tendrían un riesgo crediticio moderado.

 

Moody’s consideró que el incremento de la deuda, en conjunto con la baja en los precios del petróleo presionarán en los próximos años a la petrolera.

 

El precio promedio de la mezcla mexicana en septiembre del año anterior se ubicó en 85.82 dólares por barril, mientras que el viernes pasado se ubicó en 40.45, lo que representa una baja de 45.37 dólares.