El Clausura 2017 está a la vuelta de la esquina y en las pasadas vacaciones invernales, todos los integrantes del balompié nacional movieron sus piezas de ajedrez para reforzarse y buscar el campeonato obtenido por Tigres en la pasada navidad. En cada feudo las necesidades eran distintas, pero todos buscaron hacer las mejores contrataciones y para eso las directivas viajaron por todo el continente y sus alrededores para sorprender en el siguiente torneo.

 

 

El caso que vale la pena mencionar con mayor cautela es el de Cruz Azul. Para comenzar la reestructuración de un equipo se debe hacer con un timonel y en La Noria eligieron al español Paco Jémez para retomar el sitio que alguna vez tuviera el club. Entrenó al Granada en suelo ibérico, pero jamás tuvo un éxito tan fuerte que lo haya traído al Azul.

 

 

Ya con el originario de Las Palmas en el banquillo, la directiva Celeste se propuso renovar por completo su mediocampo y para eso trajo al ecuatoriano Mena del Emelec, a Gabriel Peñalba de Veracruz y ayer cerró a Martín Cauteruccio, uruguayo con un gran cartel en el futbol sudamericano.

 
En otros frentes, los Pumas se fueron a Chile para buscar un delantero que supliera la salida de Eduardo Herrera y de Fidel Martínez, y el elegido fue Nicolás Castillo de la U. Católica. Castillo tiene una buena definición y se asemeja mucho a Ismael Sosa, último ídolo felino.

 
Las Chivas tuvieron muchas bajas, pero por fin lograron una de sus ambiciones en las últimas temporadas: Rodolfo Pizarro. El mediocampista fue una de las piezas clave en los Tuzos en los torneos anteriores y ante la salida de Peña al León, Matías Almeyda se fijó en Pizarro para hacerse cargo de la creación de futbol.

 
Ya todos los clubes alistaron sus armas y el viernes arranca el Clausura en Veracruz, así que se acabó el ayuno futbolístico y llegó la hora de ver si los refuerzos rendirán lo que se esperaba de ellos.