El Gobierno federal, a través de la Secretaría de Agricultura y Apoyos y Servicios a la Comercialización (ASERCA), diseñó y está operando una estrategia de promoción comercial que lleva por título Mexicanos alimentando a mexicanos… y al mundo, que pretende, entre otras cosas, fortalecer a los productores nacionales y revalorar la importancia del campo mexicano.

 

Del “campo jodido”, del sector olvidado por gobiernos priistas y panistas que en el pasado sólo utilizaron como “carne de cañón electoral” a los campesinos; del “barril sin fondo” que fue por varias décadas, el campo se ha convertido en uno de los principales motores del desarrollo del país. Claro que en muchas regiones sigue habiendo pobreza, miseria, desigualdad entre miles de productores. Pero no se pueden negar algunos hechos y cifras del sector.

 

El PIB agroindustrial ha venido registrando, desde hace varios años, un crecimiento nunca imaginado (al tercer trimestre de 2016 llevaba 3.4% contra 1.97% del mismo periodo de 2016); las exportaciones agroalimentarias para el cierre de este año se calculan en 30 mil millones de dólares, por lo que se han convertido en la tercera fuente de ingresos de divisas, superando las del petróleo y turismo.

 

Además de las cifras espectaculares, hoy existen alimentos de calidad producidos por hombres y mujeres que se han organizado para abastecer el mercado interno y conquistar el mundo, esfuerzo en el que participan la Sagarpa y ASERCA, así como el Consejo Nacional Agropecuario, la CNC, la CNPR, México Calidad Suprema y la ANTAD. Todos ellos colaboran en la estrategia de comercialización anunciada, unos con lana, otros con espacios donde se promociona las características de los productos agropecuarios nacionales.

 

Alejandro Vázquez Salido, director en jefe de ASERCA, es el encargado de la estrategia de promoción comercial, que también busca incrementar el consumo y venta de productos mexicanos a nivel nacional e impulsar el crecimiento y penetración en mercados internacionales. ¡Suerte matador!

 

AGENDA PREVIA

 

Dicen los analistas bisoños que a la reunión que sostuvo el secretario de Hacienda, José Antonio Meade con todos sus antecesores, faltaron también José Ángel Gurría y Luis Videgaray. Pero el columnista acota: Gurría ocupó el cargo de titular de las finanzas en el sexenio de Ernesto Zedillo, pero el verdadero secretario era el Presidente. Y por lo que se refiere a Luis Videgaray, pues sigue siendo más que secretario de Hacienda, por lo que se hubiera visto muy mal que asistiera a la reunión.

 

El presidente de los banqueros, Luis Robles Miaja, afirma que gracias al proyecto de nación que empezamos (¿empezamos “kimosabi”?) a construir hace 25 años, sumado a las reformas estructurales de las que los escépticos y críticos dudaron, México y los banqueros son otros. La banca mexicana –la mayoría en manos de extranjeros, para quienes lo hayan olvidado– pasa por el mejor ciclo de su historia. ¡Pues cómo no! , exclaman los perplejos, si diariamente los banqueros se despiertan con el espíritu de “joder a sus clientes” cobrándoles tasas de usura. El susodicho proyecto, insistió Robles, “no es un deseo ni una visión optimista; no es una frase hueca o políticamente correcta. Es la visión que tiene la Asociación de Bancos de México sobre el presente y el futuro del bienestar de los mexicanos”. ¡Pues ha de ser una visión miope de los banqueros, porque la mayoría de los mexicanos siguen estando “jodidos”!, le responden los mismos detractores, críticos y escépticos de las reformas estructurales.