El ámbito universitario no es ajeno al fenómeno de la violencia sexual contra las mujeres. La alarmante cifra de ataques en Estados Unidos motivo incluso la intervención del presidente Barack Obama; en México los datos son escasos y los esfuerzos para combatir esta tendencia son aislados.

 

1 is 2 Many (una –víctima- son demasiadas) es el título de un video de 60 segundos en el cual el presidente Obama al lado de personajes como Benicio del Toro, Daniel Craig, Steve Carell, Seth Meyers y Dulé Hill, además del vicepresidente Joe Biden, promueven una campaña contra los abusos sexuales.

 

El video, que se difunde en las salas de cine minutos antes del inicio de una función, forma parte de una estrategia más amplia lanzada desde la Casa Blanca. En enero pasado, el presidente estadounidense, Barack Obama, presentó un programa para prevenir las violaciones en las universidades de ese país debido al alto nivel de incidencia de casos. De acuerdo con cifras oficiales, una de cada cinco universitarias en Estados Unidos ha sido asaltada o agredida sexualmente, pero sólo 12% de los casos son reportados.

 

Son casi 22 millones de mujeres y 1.6 millones de hombres los que han sido violados en las universidades de Estados Unidos, según reveló un informe del Consejo sobre las Mujeres y las Niñas de la Casa Blanca, por lo que el gobierno de ese país emitió una guía con directrices más severas para las instituciones académicas con el fin de que combatan de manera más agresiva las agresiones sexuales en los campus.

 

La semana pasada, el Departamento de Educación dio a conocer una lista de 55 universidades que están bajo investigación por su gestión de las denuncias sobre abuso sexual en su campus, entre ellas algunas tan reconocidas como Harvard, Princeton, Dartmouth College, centros públicos como Berkeley, la Universidad de California, la estatal de Arizona y la estatal de Ohio.

 

Las universidades están bajo investigación por posibles violaciones al Título IX, una regulación que prohíbe la discriminación de género en los centros educativos que reciben fondos federales y a la que han recurrido muchas víctimas para denunciar la falta de acción de sus instituciones educativas.

 

Cifra negra en México 

 

En México, alrededor de 7% de las jóvenes inscritas en alguna universidad ha sido objeto de hostigamiento o agresión sexual, sin embargo, no existe una estadística certera sobre este fenómeno debido a la falta de un registro oficial y a que la mayoría de estas agresiones no son denunciadas.

 

El dato no varió desde 2010, cuando la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP los dio a conocer, hasta 2012, año en que instituciones de educación superior de cinco entidades del país realizaron un diagnóstico sobre la violencia de género en los campus universitarios.

 

“El acoso sexual en las universidades sí es un tema recurrente en México. Pensamos que en este nivel educativo como las chicas ya son mayores, tienen un criterio más amplio y saben defenderse, es algo que no puede ocurrir, pero la realidad es que sufren este fenómeno por parte de profesores, trabajadores, compañeros e, incluso, gente ajena a las escuelas que se meten porque no hay un control de ingreso, sobre todo en las instituciones públicas”, dijo en entrevista Karina Sosa López, defensora de los Derechos de los Alumnos y Alumnas de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM Xochimilco.

 

La académica señaló que a diferencia de otros países como Estados Unidos, en México no existen instancias especializadas para este tipo de casos: “Aunque varias instituciones de educación superior tienen defensorías de los alumnos y tratan estos temas, entre otros, no hay certeza de lo que pasa en el país a nivel general”.

 

La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) presentó hace dos años un Manual de seguridad para prevenir y atender la violencia y delitos en los planteles universitarios entre los que se encuentran el robo, secuestro, extorsiones y violaciones, de acuerdo con un diagnóstico de incidencia realizado por el organismo.

 

Entre otras cosas, el manual da recomendaciones sobre protocolos, procedimientos y atención a temas como uso y venta de drogas y alcohol, asaltos, violencia en el noviazgo y agresiones sexuales, no obstante sólo integra cifras de robos y amenazas con explosivos, por ejemplo, sin detallar otros incidentes como los de abuso sexual.

 

Además, señala que 31.6% de las instituciones de educación superior en el país no cuenta con registros de incidentes al interior de sus planteles.

 

En México, añadió Sosa López, además de la falta de denuncias de abuso sexual porque no tienen tiempo o porque les da pena a las jóvenes decir lo que les pasó, no hay un registro que ayude a identificar la magnitud del problema para buscar soluciones concretas.

 

De igual modo, advirtió que cuando son profesores o trabajadores los que llegan a acosar a las alumnas, muchas veces los casos no salen a la luz porque las universidades cuidan su prestigio, y no van a aceptar que hay acoso por parte de su personal.

 

El año pasado se difundió el caso de una alumna de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) número 9, de la UNAM, que fue presuntamente acosada y violentada por un profesor, lo que le valió a la máxima casa de estudios su primera recomendación por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

 

Varios alumnos de la UNAM aseguraron entonces que como éste hay muchos casos que ocurren en las diversas escuelas de la institución. Pese a ello las alumnas no se atreven a denunciar por temor a reprobar el año y las pocas que buscan asesoría de la oficina jurídica universitaria no continúan con la denuncia porque siempre se les piden pruebas contundentes.

 

 

 

Contra la violencia en las escuelas

 

La violencia contra las mujeres en México es un fenómeno que se reproduce en el hogar, la calle, el trabajo y la escuela, en este último ámbito se da en todos los niveles educativos.

 

Alrededor de 41.7% de las niñas a nivel primaria señaló haber sufrido maltratos y humillaciones por parte de sus compañeros y 6.8% por sus propios maestros, según cifras oficiales.

 

Los actos de violencia contra las niñas y adolescentes cobran altas cuotas en el ámbito escolar. Esta modalidad de violencia se refiere a situaciones de discriminación, hostigamiento, acoso y abuso sexual experimentadas en los planteles educativos, señala el Programa integral para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, que el gobierno federal publicó hace unos días en el Diario Oficial de la Federación.

 

Dicho programa establece la implementación de políticas públicas integrales durante el presente sexenio para garantizar la prevención de todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas en el sector educativo, ya que, de acuerdo con la estrategia, es en esta etapa donde puede generarse una mayor incidencia y cambio en las personas para promover conductas que eviten la violencia.

 

Entre las acciones que prevé dicha estrategia están los programas de estudios enfocados en la perspectiva de género y prevención de violencia, campañas de difusión y prevención en las familias sobre causas y consecuencias de estas conductas así como mecanismos de detección, denuncia y atención de la violencia de género y contra las mujeres.