Dos personajes con el mismo primer apellido se cruzaron en la trayectoria política y empresarial de Luis Téllez Kuenzler. Primero fue Carlos Salinas de Gortari, a quien Luis invocó en una conversación que tuvo lugar en 2006 que los malosos le grabaron, pero que se dio a conocer en 2009, distribuida en todos los medios de comunicación. En la charla con unos cuates se pitorreaba del ex presidente, quien se había robado la mitad de la partida secreta. Por esta imprudencia, cesaron a Téllez el 3 de marzo de 2009.

 

CUARTOSCURO_ARCHIVO_Luis-Tellez

 

¡Cuánta ingratitud de Felipe Calderón!, exclamaron algunos observadores. Y es que Téllez, quien “tocó las puertas políticas del cielo” al manejar impecablemente el asunto del avionazo -4 de noviembre del 2008- donde perdió la vida Juan Camilo Mouriño y varias personas, se vio de pronto ante las “puertas políticas del infierno”, aunque nada más fue por un ratito, pues el mismo Calderón se encargó de “recomendarlo” para que lo eligieran en mayo del 2009 como presidente de la Bolsa Mexicana de Valores.

 

 

Durante tres años todo fue miel sobre hojuelas para el doctor Téllez al frente de esa institución. Hasta que un buen día se le atravesó otro Salinas, Ricardo, quien no necesita presentación. En abril del 2012, Téllez tuvo la ocurrencia de “bajar del caballo”, mejor dicho de la muestra del Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa de Valores a la compañía Elektra, propiedad del Grupo Salinas, lo que provocó un desplome en el precio de las acciones de la emisora y por lo tanto un descalabro a los inversionistas. Salinas no se quedó cruzado de brazos y el 22 de junio del 2012 demandó a Téllez y a la Bolsa Mexicana de Valores por daño moral y otras cositas.

 

Juicios fueron y vinieron, hasta que en noviembre del año pasado la Cuarta Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal confirmó la condena al presidente de la Bolsa Mexicana de Valores en el pago de una indemnización por daño moral causado a Elektra. Téllez se amparó por este fallo, y dicen los enterados que perdió el juicio, por lo que se vio en la penosa necesidad de anunciar el día de ayer la renuncia -que causará efectos el 1 de enero del 2015- a la Presidencia de la BMV para dedicarse a nuevos proyectos.

 

Fieles a la tradición los integrantes del Consejo de Administración reconocieron los logros de la gestión del Dr. Téllez y su liderazgo, al encabezar los esfuerzos institucionales con gran visión y talento. En consideración de los buenos resultados alcanzados y los retos enfrentados, los señores consejeros agradecieron su dedicación y compromiso, al tiempo de desearle nuevos éxitos.

 

Lo que llama la atención del “caso Téllez” son las casualidades, y aunque dicen los expertos que en política no existen, pues casualmente sus verdugos en su importante trayectoria política y empresarial han sido “los dos Salinas”: Carlos y Ricardo.

 

AGENDA PREVIA

 

Durante su participación en el seminario Internacional “Diseño de Política Pública de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción”, el presidente nacional del SNTE, Juanito Díaz, afirmó que “avanzan en materia de transparencia y rendición de resultados”, que no de cuentas, ¿eh? El SNTE ya aplica acciones contundentes que lo posicionan como un referente a nivel mundial en el tema, presumió. Por ejemplo, la incorporación de la Transparencia y Rendición de Resultados en los Ejes Estratégicos del Sindicato y la puesta en marcha del Observatorio Público de Transparencia e Información (OPTISNTE).

 

¡Muerta Elbita (políticamente hablando) se instauró en el SNTE la transparencia y la rendición de resultados!

 

EL CONSEJERO PRESIDENTE del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, llamó a los ciudadanos a asumir su responsabilidad social junto a los partidos políticos y gobiernos para blindar la elección del próximo año y evitar la intromisión de intereses ajenos a la democracia. ¡Y nosotros por qué! Responden los ciudadanos. Pues porque yo, Lorenzo, digo que “un blindaje no puede ser sólo responsabilidad de los partidos políticos, ni de la autoridad electoral, ni de las autoridades de seguridad pública. Asumamos que la democracia supone responsabilidades compartidas y que todos, en nuestro ámbito específico tenemos una responsabilidad que cumplir”. ¡Estamos fregados!, insisten aquellos.