En la nueva relación diplomática y comercial con Estados Unidos, hay quienes sugieren que México aplique la estrategia: “Para qué discutir si podemos resolver los asuntos a trancazos”.

 

 
Pero también están los que aconsejan que a pesar de estar en desventaja frente a nuestros “partners”, lo recomendable es negociar y sacar el mejor provecho, lo que dependerá de la habilidad y el talento del secretario de Relaciones Exteriores, principalmente. ¡Ahí está el detalle!, decía Cantinflas.

 

 
El lunes pasado, al anunciar el Posicionamiento en Materia de Política Exterior, de México, el presidente Enrique Peña Nieto dijo: “Ni confrontación ni sumisión. La solución es el diálogo y la negociación”.

 

 
Más allá de los “principios que guiarán las negociaciones con el gobierno de Estados Unidos”, y de los 10 objetivos para salir lo mejor librados posible de este trance, vale la pena comentar algunas declaraciones que el aprendiz de secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, ha expresado en las múltiples entrevistas que ha dado, incluyendo las de banqueta.

 
Al puro estilo “Kalimán” dijo a Joaquín López-Dóriga que actuará con “serenidad y paciencia”, que ante la complejidad e importancia de los temas a tratar “debemos ser mesurados, serios, sensatos y cuidar las expectativas”. ¿O sea que ahora Videgaray no va a venderle a la sociedad mexicana falsas expectativas como lo hizo cuando fue secretario de Hacienda y prometió que al final del sexenio veríamos un México próspero, incluyente, sin “jodidos”… gracias a las reformas estructurales?, preguntan los perplejos.

 

 
Sobre el TLCAN y la posibilidad de abrir tres campos más a la negociación, que son las telecomunicaciones, los energéticos y el comercio electrónico, Videgaray indicó que en el momento de la firma del TLC, en 1994, el tema energético no entraba porque la Constitución no lo permitía, pero con la reforma reciente, este tema no sale del marco de la ley del propio acuerdo y de las leyes nacionales, por lo que existe la posibilidad de abrirlo.

 

 
Algunos observadores interpretaron que nuestro canciller quiere venderles “el tesorito energético” a nuestros vecinos. ¡Pues cuál!, responden los especialistas, si con la reforma energética ya lo perdimos. ¡Y entonces por qué sale con ese “rollo”!, exclaman los perplejos. Pues es que está aprendiendo y esa clase todavía no la toma. ¡Esa clase nada más!, reviran los malosos, porque en las de Eco 1, 2, 3… en el ITAM “pasó de noche”.

 

 
Ni modo. Que Dios nos coja confesados, rezan otros.

 
Agenda previa

 
Mientras que el presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa, encabezaba la firma de una coalición electoral con los partidos Verde Ecologista de México, Nueva Alianza y Encuentro Social con el fin de participar unidos el próximo 4 de junio en la elección para gobernador del Estado de México, de donde saldrá el candidato o la candidata del “tri” a la gubernatura de la entidad, un grupito de malosos ha enderezado a través de sus “jilgueros”, ataques con misiles en contra del diputado Alfredo del Mazo. Que si “la prima incómoda”, que si su parentesco con el “líder”, que si las filtraciones de David López y algunas otras marrullerías. El tan mencionado TUCOM contra del Mazo, que refieren algunos medios, se encuentra en pleno apogeo, con la clara intención de revertir una decisión que saben que no les favorece, dicen los promotores del diputado.