A juicio de los especialistas, Petróleos Mexicanos debería de concentrarse en la exploración y la explotación de hidrocarburos (petróleo y gas), y en refinación y comercialización de petrolíferos. Y párale de contar.

 

¿Para qué andar “picando” en otros negocios? ¿Se les habrá olvidado que en el pasado Pemex operó una docena de plantas de fertilizantes a través de Fertimex, que finalmente se vio en la penosa necesidad de vender a principios de la década de los 90 porque no eran rentables?

 

Veinticinco años después de aquel fracaso en materia de fertilizantes y en plena crisis financiera, Pemex informó la semana pasada que su empresa productiva subsidiaria (EPS) Pemex Fertilizantes concretó la compra de Grupo Fertinal, operación con la que suma a su capacidad productiva cerca de 1.2 millones de toneladas de fertilizantes sólidos.

 

Y según los agroyuppies de Pemex, van a hacer un buen negocio, porque, dicen, la demanda nacional de fertilizantes en el país es de más de 4.2 millones de toneladas por año de productos nitrogenados, fosfatados y potásicos. Así, la producción de la planta industrial adquirida podría abastecer cerca de 30% de dicha demanda. El proyecto considera una inversión de hasta 255 millones de dólares por el capital de la empresa, incluyendo los activos existentes tanto en la Unidad de Lázaro Cárdenas, Michoacán, como en la mina de roca fosfórica ubicada en San Juan de la Costa, Baja California Sur.

 

Esta operación es consistente con el nuevo enfoque de Petróleos Mexicanos de concentrarse en la generación de valor, y confía en recuperar la inversión en menos de 36 meses, una vez que se integren las operaciones a Pemex Fertilizantes y se apalanquen las ventajas competitivas que Petróleos Mexicanos brinda desde el punto de vista financiero, de suministro de materias primas y acceso tanto a infraestructura logística estratégica como al mercado mundial más competitivo de gas natural.

 

¡Nos quedamos perplejos por tanto optimismo!, exclaman los especialistas.

 

Lo que tal vez no saben, podrían responder los de Pemex,  es que México cuenta actualmente con una oferta de fertilizantes poco accesible para la mayoría de los productores agrícolas de menor tamaño. Con esta adquisición se busca también reconstituir el mercado interno de la industria y orientar el producto hacia los sectores de menor nivel de desarrollo económico, ubicados en la región sur-sureste del país, poniendo a su disposición un producto de calidad internacional a precios competitivos. Con esta operación, Pemex ratifica su compromiso con el sector agrícola nacional, apoyando las metas trazadas en el Plan Nacional de Desarrollo y las iniciativas del gobierno federal para dicho sector.

 

Con esa visión campesina, pues ni qué decir. Aunque, cabe la interrogante: ¿Por qué el nuevo espíritu agroyuppie de los integrantes del Consejo de Administración de Pemex  afloró en plena crisis financiera de la empresa?

 

¡Este tipo de cositas tienen medio molestos a los funcionarios de Hacienda y de Energía!, dicen.

 

Agenda previa

 

La reforma de telecomunicaciones generó una sana disputa por el mercado. La competencia está al rojo vivo, de ahí que sea relevante conocer las nuevas ofertas de las empresas y, por supuesto, la manera en cómo la autoridad protegerá a los consumidores. El tema viene a colación porque en días pasados, en la batalla por ganar clientes, dos empresas -Izzi y Telmex- lanzaron sendas campañas destinadas a ofrecer paquetes a las pymes, y el resultado, sin duda, ha resultado contrastante.

 

Al comparar y analizar ambas ofertas, los usuarios han detectado que el paquete de Telmex en realidad no ofrece lo que dice ofertar; sus promocionales anuncian que éste cuenta con llamadas ilimitadas a celular y larga distancia internacional, pero no es así. ¿O sea que es publicidad engañosa?, preguntan algunos.

 

No le vendría nada mal a la autoridad, léase el IFT o la Profeco, darle una revisadita a este paquete destinado a las pequeñas y medianas empresas. Este es el momento, antes de que sea muy tarde; claro, si es que de verdad ambas instituciones quieren poner orden en casa y proteger al consumidor.