​Dice la señora Margarita Zavala: “Pesa tanto mi carrera como mi estancia en Los Pinos”, para merecer la candidatura presidencial del PAN en 2018.

 

Pero dicho sea con todo respeto para la “señito” –a quien se le reconoce un comportamiento moderado, sumiso, dirían los misóginos, y discreto mientras su marido ejerció el Poder Ejecutivo federal–, no hay en su débil currículum profesional y en su lánguida trayectoria política suficientes elementos que permitan suponer la posibilidad de que su candidatura presidencial pudiera ser fuerte, consistente, promisoria y atractiva para el electorado.

 

Veamos en síntesis el perfil profesional de la señora Zavala: abogada por la Escuela Libre de Derecho, profesora en la Universidad Iberoamericana en el lapso 1991-1992. Se casó con Felipe Calderón en 1993. Ingresó al PAN en 1984, a los 17 años. Fue diputada local en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (1994-1997) y diputada federal (2003-2006) en la LIX Legislatura del Congreso de la Unión. Ambas diputaciones fueron plurinominales. Se separó de la diputación federal el 1 de abril de 2006, antes de terminar su periodo, durante la campaña presidencial de Calderón.

 

En el PAN se desempeñó como directora jurídica del Comité Ejecutivo Nacional y como secretaria nacional de Promoción Política de la Mujer, de 1999 a 2003. Es consejera nacional del partido desde 1991. Quiso ser diputada plurinominal en 2015, pero los panistas no le quisieron regalar esa candidatura.

 

Como puede apreciarse, el currículum de Margarita parece insuficiente para justificar una candidatura presidencial en 2018. Así que “a otro perro con ese hueso”, de que pesa tanto su carrera como su estancia en Los Pinos para merecer la candidatura presidencial del PAN en 2018, declaración que hizo hace unos días.

 

En julio de 2014 escribimos en este espacio:

 

Felipe Calderón cree que su mujer puede ser una carta fuerte para recuperar las llaves de Los Pinos en 2018. Desde hace varios años se ha ocupado y preocupado de ese asunto. Se hicieron evidentes la ocupación y la preocupación de Calderón sobre la candidatura presidencial de su señora para 2018 –recuerdan los observadores políticos objetivos, imparciales, enhiestos y erectos– cuando fue entrevistado el miércoles 28 de marzo de 2012, todavía como Presidente en funciones, en el programa Tercer Grado, del Canal 2 de Televisa, y un reportero le preguntó: “¿Se imagina usted dentro de seis años y medio convertido en caballero consorte de la presidenta Margarita?”.

 

La respuesta dejó perplejos a los observadores: “No es que me imagine, pero no lo descarto, y lo que sí es que yo trataría de ayudarla como me ha ayudado ella. Honestamente, yo sí creo que Margarita debe seguir una carrera política”.

 

Los mismos observadores sugerían reflexionar sobre algunos “peros” que tendría Margarita en su hipotético camino hacia la candidatura presidencial panista: en primer término tendría en contra el mal gobierno que encabezó su esposo, a quien cada día que pasa le encuentran más trapitos para sacarle al sol en términos de ineficiencias, omisiones, costosas equivocaciones y corruptelas de funcionarios de primer nivel que formaron parte de la administración calderonista. Por otra parte, Zavala tendría en contra el nefasto antecedente dejado por la señora Vázquez, quien en una aciaga jugada del destino tuvo en sus manos la primera candidatura presidencial femenina del PAN; no supo qué hacer con ella y la hizo trizas.

 

Agenda previa

 

El actual presidente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, Manuel Hallivis Pelayo, registró su candidatura para el cargo de fiscal Anticorrupción, que el 29 de noviembre será elegido por votación de los integrantes de la Cámara de Senadores. Hallivis Pelayo goza de reconocidos méritos para aspirar al nuevo cargo: entre 2000 y 2014, el tribunal que preside juzgó 26 mil 276 demandas por casos de presunta corrupción de funcionarios públicos; de 2014 a la fecha participó en más de 50 foros nacionales e internacionales, seminarios, conferencias y talleres en los que se analizaron leyes, reglamentos y temáticas que contribuyeron a crear el Sistema Nacional Anticorrupción. Buen prospecto, pues.