¿Y ustedes qué hubieran hecho?, preguntó el presidente Enrique Peña Nieto hace 15 días a la sociedad, a la opinión pública y a la clase política nacional después del “gasolinazo” con el que arrancamos el año.

 

 
Luego de reconocer la molestia y el enojo por el incremento en los precios de los combustibles y de ofrecer una amplia explicación, lo único que ha recibido son rechiflas, cuestionamientos, críticas de todos los colores y sabores, protestas de los ciudadanos que piden dar marcha atrás a la medida…, pero muy pocas, por no decir que nulas, han sido las propuestas sensatas y valiosas por su contenido que permitan entrarle a la discusión y al análisis.

 

 
¿Tú qué hubieras hecho?, preguntó el columnista a un especialista en materia energética. A lo que respondió: no meter el IEPS de esa magnitud; regularizar el suministro y meter precios diferenciales con un IEPS que hubiera implicado un ligero incremento, y de acuerdo a la evolución del precio, aumentarlo gradualmente al nivel objetivo. Y si quieres que la gasolina sea más cara que en Estados Unidos, hay que utilizar la técnica de “la puntita”: habrías metido un pequeño aumento y pian piano lo vas incrementando.

 

 
Por otro lado, agrega el especialista, yo hubiera ajustado el gasto corriente de manera significativa, sig-ni-fi-ca-ti-va. Que los secretarios y directores no se trasladen diariamente en helicóptero de su casa a sus oficinas, eliminar vales de gasolina a funcionarios. Además, reducir las aportaciones a los partidos políticos, recortar plazas de niveles superiores (por ejemplo: “darle cuello” a los coordinadores generales que existen en todas las dependencias del Gobierno federal), para empezar.

 

 
Otros especialistas que responden al llamado del presidente Peña Nieto sugieren medidas más drásticas como desaparecer, redimensionar, aglutinar varias dependencias federales, como la de la “Seño Chayito”, por ejemplo.

 

 
¡Algunas de estas cosas todavía se pueden hacer!, aseguran.

 

 
AGENDA PREVIA

 

 
El que no tiene lo que dijo Nelson Vargas es el todavía gobernador del Banco de México. Primero rechazó que en el país se viva “un fenómeno generalizado” de aumento sostenido y general de los precios por el “gasolinazo”. Después afirmó que “ha sido insignificante” el efecto de la depreciación del peso –más de 20%– en el costo del consumidor de los bienes y servicios. ¡Ay, Andrea Legarreta!, perdón, Agustín.

 

 
Relevante la serie de medidas que anunciaron Televisa y Univision Holdings, Inc. (“Univision”) encaminadas a fortalecer y ampliar su relación, al unificar sus esfuerzos en el desarrollo y producción de contenidos. Ambas compañías se beneficiarán al atender a sus audiencias en los dos mercados de manera conjunta, así como de las posibles sinergias en costos de producción. Los noticieros y todas las demás operaciones de las dos empresas seguirán siendo independientes y los términos y condiciones del acuerdo de licencia de programación existente entre Televisa y Univision continúan sin cambios.

 

 
La nueva estructura mejorará la capacidad de Televisa y Univision de servir a una audiencia combinada de aproximadamente 175 millones de personas en Estados Unidos y México, con un poder adquisitivo total cercano a los dos billones de dólares. Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa, comentó: “Al unificar nuestra producción de contenido para distribución en múltiples plataformas en México y Estados Unidos, lograremos sacar ventaja de la oportunidad única que Televisa y Univision tienen para competir de forma más efectiva en una industria cada vez más compleja y fragmentada”.