En el XXII aniversario luctuoso de José Francisco Ruiz Massieu, el presidente del CEN del PRI confirmó lo que todo México sabía: que entre el viejo PRI del siglo XX y el nuevo PRI del siglo XXI no existe gran diferencia: la misma hipocresía, la demagogia “reloaded”, la ideología retorcida, los principios convenencieros, el falso patriotismo, la corrupción mental…

 

 

Juzguen los lectores lo que dijo Enrique Ochoa en el mencionado evento:

 

 

“Desde mis primeros años de militancia, Ruiz Massieu ya era una figura icónica en la política mexicana. En ese tiempo destacaba como gobernador guerrerense, siendo afamado por su temple, verticalidad, sentido de justicia, pero sobre todo por su gran amor a las causas sociales. La característica de su trato fue de mano suave y decisión firme. Trataba con gran destreza todos los asuntos que estaban en sus manos, imprimiendo en ello un profundo sentido de patriotismo”.

 

 

¡Discúlpanos Quique, pero todos los gobernadores que hemos tenido el único legado que han dejado es el de la corrupción, la pobreza, la miseria, el desempleo, la delincuencia, el atraso educativo y cultural. Guerrero está más fregado que nunca!” exclaman los habitantes de este estado.

 

 

Ochoa siguió recordando lo que leyó del difunto: “En el plano del servicio público, Ruiz Massieu siempre criticó a los políticos que no tuvieron ideología, bajo el entendido de uno de sus célebres aforismos: los principios son primero, las ideas vienen después”. Lo que no dijo es que una buena cantidad de priistas practican hoy la “filosofía” del comediante Groucho Marx, que decía: “Éstos son mis principios, y si no les gustan, tengo otros”.

 

 

Ruiz Massieu es uno de los ideólogos más destacados de nuestro partido, reiteró el dirigente del PRI. “Siempre creyó que un partido político debe tener un ideario bien definido, guiado por los valores que comparten sus militantes. Ésta es una de sus grandes aportaciones, y hoy cobra especial vigencia”. ¡Pero si muchos priistas ya no tienen ideología ni valores, es más, no tienen madre! Diría Nelson.

 

 

Y remató: “El legado de José Francisco Ruiz Massieu está vigente en el partido y en la sociedad a la que se entregó. Su visión de Estado y ética pública son atributos que nos comprometen a respetar la pluralidad de opiniones al interior de nuestro instituto político, pero manteniendo la unidad de propósito que hace al PRI fuerte en todo el país”. Pero si la sociedad, sobre todo los jóvenes, las mujeres y los niños no saben quién fue Ruiz Massieu, acotan los observadores.

 

La demagogia “reloaded”, pues.

 

Agenda previa

 

Quienes pensaban que en la llamada “banca del subdesarrollo” no habría cambios porque algunos eran “cuadernos” de Luis Videgaray, el secretario José Antonio Meade “le dio cuello” la semana pasada a Alejandra del Moral, titular del “Banco de los Pobres”, también conocido como Bansefi, que llevaba año y medio en el cargo. Sobra decir que la nueva directora, al igual que su antecesora, tampoco sabe nada de bancos, y menos de los del subdesarrollo, aunque ése no es requisito para desempeñar dicho puesto. En la mayoría de los casos, basta con que sean amigos del secretario en turno.

 

 

Dicen los que saben que próximamente serán “decapitados” los directores de Banobras, Abraham Zamora,  y el de la Sociedad Hipotecaria Federal, Jesús Alberto Cano Vélez, amigo del ex “Jefe de Jefes”, y hará el de Bancomext. ¿Será? Bueno, también podrían darle cuello a Jacques Rogozinski, titular de Nafinsa, quien, por cierto, hace unas semanas le negó un crédito de 100 “kilos” de dólares a un amigo de Ernesto. ¿Zedillo?, preguntan inmediatamente los malosos. No, hombre, otro Ernesto, el “delfín fallido” del émulo de Don Regino Burrón, quien al mencionado amigo le perdonó una importante deuda fiscal para que se quedara con un negocio.