Al candidato del PAN a la gubernatura de Colima, Jorge Luis Preciado, habría que aplicarle la “nelsoniana” por partida doble, por medrar políticamente con el dolor humano de los colimenses.

 

¿Y por qué doble?, preguntan los analistas bisoños. Explicamos: A finales del mes de octubre el susodicho se apersonó en Playa Paraíso, casualmente cuando se hacía el recuento de daños que había dejado el huracán Patricia, y diversas instituciones (el Ejército, la Armada, la Cruz Roja…) y la misma sociedad civil auxiliaban a la población afectada. La presencia del panista llamó la atención del presidente Enrique Peña Nieto, quien le preguntó: ¿Andas haciendo campaña o estás ayudando? Aquél se quedó perplejo y tuvo que salir, como se dice, “con la cola entre las patas”.

 

Pero el fin de semana pasado no tuvo lo que dijo Nelson Vargas (por eso la “nelsoniana”), cuando utilizó el Teletón para promover su imagen. Durante la transmisión del evento se presentó para decir que si ganaba las elecciones extraordinarias promovería la instalación de un Centro de Rehabilitación Infantil Teletón en la entidad: “Vamos a hacer la colecta necesaria para que el próximo año llevemos un CRIT a Colima y atendamos a toda la niñez colimense que hoy sufre”, prometió.

 

jorge-luis-preciado_cuartoscuro_050214Marrullero, se “coló” al evento gracias a la complicidad de un señor Pedro Haces -dueño de una compañía de seguridad que se hace llamar sindicato-, quien fue el que aportó el dinero a la causa del Teletón y le cedió el espacio para que aquél tirara su rollo político.

 

Y todavía, cínicamente, Preciado manda mensajes en los medios digitales, diciendo que mientras otros se dedican a atacarlo, está trabajando para cambiarle el rostro a la niñez colimense.

 

Para quienes lo hayan olvidado, en las elecciones del 7 de junio de este año en Colima, el candidato de la coalición PRI-Verde-Nueva Alianza, José Ignacio Peralta obtuvo 119 mil 437 votos, mientras que el candidato del PAN, Preciado, logró 118 mil 934 (una diferencia de 503), por lo que Acción Nacional impugnó  la elección y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación la anuló argumentando “falta de equidad y neutralidad” al presentarse pruebas de la intervención de funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social y del procurador General en los comicios. La elección extraordinaria se efectuará el próximo 17 de enero.

 

Agenda previa

 

Las principales casas de apuestas señalan que si hoy fueran las elecciones en “Oaxaca de Harp” (Alfredo) las ganaría el PRI, pues encabeza la intención del voto para gobernador. Le sigue el PAN, luego el PRD y después la “chiquillería”. Y el mejor candidato del PRI, dicen las desprestigiadas empresas, es Eviel Pérez Magaña, seguido de Samuel Gurrión y en tercer lugar Alejandro Murat Hinojosa. ¿Usted les cree?

 

Ayer, el SAE vendió tres de los cinco ingenios azucareros propiedad del gobierno federal que licitó, por los cuales ofrecieron unos tres mil 556 millones de pesos, que fue más, mucho más de su precio base.

 

Al paquete de El Potrero y San Miguelito nadie le puso número. Pero por Plan de San Luis, el grupo Promotora Industrial Azucarera (PIASA) “tiró a matar” y se lo llevó por mil 653 millones de pesos (513 millones de pesos arriba del precio base). El MODELO fue adjudicado al Grupo Porres, que pagó mil 165 millones de pesos (400 “kilos” más del precio de salida). El Grupo Betas San Miguel se quedó con La Providencia por el que desembolsó 738 millones de pesos (tenía precio base de 470 millones).

 

En las dos licitaciones (la del 12 de junio pasado, cuando se vendieron cuatro ingenios y la de ayer) el gobierno federal obtuvo siete mil 838 millones de pesos, cantidad nada despreciable para estos tiempos de falta de cash. Carlos Rello Lara, director del FEESA, que administró durante dos años las nueve fábricas, declaró antes de que iniciara el proceso de venta: Vamos a obtener más de ocho mil millones de pesos, y cumplió con creces, si se considera el valor de los dos que se quedaron en la panza del organismo. Los recursos obtenidos servirán para completar el gasto, más no para defender al peso.