En su primer discurso como Presidente de Estados Unidos, Donald Trump dejó en claro que va a cumplir sus amenazas que lanzó contra México antes, durante y después de su campaña: renegociar el TLCAN o cancelarlo, deportar a millones de mexicanos, construir el muro, aplicar un arancel de 25% a vehículos importados de nuestra nación y otras cosas horribles, horribles.

 

 

¿O sea que “nos puede cargar el pintor”?, preguntan los catastrofistas.

 
¡Pues todo depende!, parecen responder algunos integrantes de la llamada “banda de itamitas”, que desde hace varios años dicta la política económica y financiera de este país, misma que, dicho sea de paso, tiene “jodida” a la mayoría de la población.

 
Dice el rector del ITAM, Arturo Fernández, que la obsesión de Trump contra el libre comercio es lo más preocupante para México y el mundo, y aunque es prematuro determinar el proceso y el desenlace del TLCAN, recomienda “no negociar de rodillas…”.

 
En el escenario del que el tratado sea abrogado, México enfrentará aranceles comprometidos por Estados Unidos en la Organización Mundial de Comercio (OMC), que son relativamente bajos (poco menos de 3% con algunos picos), documenta. No es el escenario ideal, subraya, pero de ninguna manera sería desastroso para nuestro territorio. ¡O sea que nos puede “llevar la fregada”, pero nada más poquito!, exclaman los observadores.

 
¿Qué podemos hacer para minimizar sus efectos?, pregunta Fernández. Y responde: México tiene registrados aranceles mucho mayores en la OMC, que se tendrían que reducir unilateralmente para no dañar el comercio con Estados Unidos y Canadá, y que beneficiaría a todos los miembros de la OMC. La aplicación del “drawback” sería muy útil para devolver el arancel que cobremos con objeto de no afectar las cadenas productivas que se han construido con el TLCAN. Si hacemos lo anterior, el impacto sobre la economía de México sería realmente muy pequeño.

 
¡Ah, bueno!

 
Según el rector del ITAM, Trump no puede aplicar un arancel de 25% a los vehículos importados de nuestra nación, pues ello conllevaría eventualmente al abandono de Estados Unidos de sus compromisos en la OMC. Y si esto ocurriera, se desataría una guerra comercial mundial con graves daños a la propia economía estadunidense, advierte.

 
¡No se hagan bolas! pareció ser el mensaje de Arturo Fernández sobre el futuro del TLCAN. La afectación más delicada para México es la incertidumbre que conlleva dicho proceso que está paralizando algunas inversiones. No se sabe a ciencia cierta en qué va a terminar, por lo que sería tal vez preferible dejar a un lado el TLCAN, que un largo proceso de negociación y tensión. Y dedicarnos “a otra cosa, mariposa”, quiso decir.

 
¿Y cómo qué podríamos hacer, doctor?, preguntan millones de mexicanos angustiados. ¡Pues rezar!

 
Agenda previa

 
El gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, anunció 26 medidas para superar los efectos adversos económicos que plantea 2017. Destacan: bajarse el sueldo en 25%, y el de los secretarios y subsecretarios en 20 y 10%, respectivamente; cancelar los pagos de telefonía celular a funcionarios del gobierno y los gastos médicos mayores a servidores públicos de primer nivel… y vender el jet, propiedad del Gobierno del Estado.

 
Los incrementos de los precios de las gasolinas y combustibles tienen un gran impacto en los bolsillos de todos los campechanos, reconoció el gobernador, lo que, dicho sea de paso, contradice lo que declaró Andrea Legarreta, perdón, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México: que el impacto es in-sig-ni-fi-can-te.