La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que las cárceles y centros de detención en Michoacán presentan condiciones para que sus internos sufran de maltrato o tortura, pues presentan deficiencias como falta de presupuesto para alimentos, carencia de infraestructura sanitaria y falta de personal médicos, entre otras cosas.

 
El año pasado, la CNDH llevó a cabo visitas a los centros de detención en territorio michoacano como parte del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, tras las cuales emitió 214 observaciones sobre situaciones sobre tortura o malos tratos. Ahora, en 2017, regresó para constatar que 68 ya fueron atendidas, 42 presentan avances encaminados a su atención y 104 aún persisten.

 
Dichas visitas abarcaron inmuebles a cargo de la Procuraduría General de Justicia del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública, la Secretaría de Salud y el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), así como 16 separos de Seguridad Pública, además de los separos en 16 municipios.

 
Otras de las observaciones hechas por la CNDH es la falta de manuales de actuación en materia de derechos humanos, el personal de los centros no supervisa las condiciones en las que viven los detenidos y las instalaciones carecen de infraestructura para personas con discapacidad, entre otras fallas.

 

 

Cita

 
“Parte fundamental de las acciones del Mecanismo (contra la Tortura) es la prevención de actos que pudiesen constituir malos tratos, motivo por el cual en las visitas se realizaron, además, actividades para promover e impulsar la observancia de los derechos humanos”

 
CNDH sobre la tortura

 

 

 

Panorama penitenciario

 

-La calificación que le otorgó la CNDH a las cárceles estatales de Michoacán en su más reciente Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria fue de 6.1 sobre 10 puntos posibles.

 

-En las cuatro cárceles estatales michoacanas hay tres mil 399 presos; ninguna de ellas presenta sobrepoblación, aunque tienen problemas de infraestructura y servicio.

 

 

-También la CNDH supervisó 16 cárceles municipales y 16 separos en diferentes localidades de la entidad federativa.

 

 

-No sólo las cárceles son las vigiladas en este informe de la CNDH, sino también los centros administrados por el DIF donde viven menores de edad.