Beatriz Paredes, candidata de PRI-PVEM al Gobierno del Distrito Federal, admitió que en la capital del país el priismo enfrenta una competencia “difícil”.

 

Sin embrago, señaló que no hay desaliento porque en 1988 las encuestas señalaban que el triunfo sería para Carlos Salinas de Gortari en la capital y el vencedor fue Cuauhtémoc Cárdenas.

 

“Me parece que estoy en una ciudad donde el PRI tiene condiciones de competencia muy difíciles”, dijo en respuesta a las manifestaciones contra el abanderado presidencial priista, Enrique Peña Nieto.

 

Pese a ello, la abanderada priista al GDF expuso que ya está lista para debatir con sus oponentes Miguel Ángel Mancera, del Movimiento Progresista; Isabel Miranda de Wallace, del PAN, y Rosario Guerra, de Nueva Alianza, el próximo 27 de mayo.

 

Al participar en el 63 aniversario de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, la ex dirigente nacional del PRI tuvo un encuentro ameno con los estudiantes, quienes en la sesión de preguntas no la incomodaron.

 

Por el contario, sólo le pidieron detallar sus propuestas de gobierno en caso de ganar la elección del próximo 1 de julio.

 

Paredes para ganar adeptos en la universidad se dijo fanática de la comunicación y compartió algunas anécdotas con los estudiantes.

 

“Soy una fanática de la importancia de la comunicación, soy una convencida de la trascendencia de la educación y la comunicación combinadas y estoy cierta de que los instrumentos tecnológicos que cambian la historia del mundo son los que se derivan de la gran revolución en materia de telecomunicaciones”.

 

Beatriz Paredes refirió que el periodismo puede incidir en un ejercicio de gobierno; sin embargo, mencionó que es necesario “cerrar la brecha digital en  la Ciudad de México”.

 

La priista comentó también que es urgente crear un protocolo para dar protección a los periodistas, ya que es una profesión de alto riesgo sobre todo en los estados donde hay conflictos por el crimen organizado.

 

Expuso que para ello se está pensando en diversas medidas en la capital del país, que les permita tener un control de seguridad y evitar las desapariciones.