Los ojos del país estarán puestos hoy en Cosoleacaque, Veracruz, por dos razones: la primera, que el presidente Enrique Peña Nieto acudirá a conmemorar los 76 años de la Expropiación Petrolera, justo cuando su gobierno impulsó la reforma constitucional que revierte ese proceso histórico y abre de nuevo la industria petrolera al capital privado, y la segunda, porque a falta de razones para recordar la histórica decisión del presidente Lázaro Cárdenas, se avizoran cambios en la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana del que, afirman, sale en las próximas horas el controvertido dirigente Carlos Romero Deschamps.

 

Será la primera vez que se celebre la nacionalización del petróleo en el contexto de la nueva Reforma Constitucional, a punto de convertirse en leyes secundarias, que le quita la exclusividad al Estado mexicano de la explotación y el usufructo del petróleo nacional y regresa a las compañías particulares, nacionales y extranjeras, las mismas a las que les expropió el general Cárdenas, la posibilidad de compartir la renta petrolera mediante la exploración, extracción y comercialización del petróleo y sus derivados.

 

Una primera señal de que podría producirse el anunciado relevo de Romero Deschamps que, se menciona, ya fue pactado entre el gobierno y el sindicato petrolero, es que el polémico senador no está contemplado en el orden de los oradores que hablarán durante el acto en el complejo petroquímico del sur de Veracruz, uno de los más grandes del país y que funciona en su mayoría con capital privado. Según esa versión, el dirigente petrolero conservaría su escaño en el Senado pero la dirigencia sindical quedaría en manos de un nuevo líder que no necesariamente es de su grupo y que cuenta ya con el aval de Pemex y de la mayoría de votos de los sindicalizados.

 

Peña Nieto llegará a Cosoleacaque donde será recibido por el gobernador anfitrión, Javier Duarte, además de otros mandatarios invitados al evento como el de Tamaulipas, Hidalgo, Campeche, Oaxaca, Tabasco y Nuevo León. La ceremonia del 76 aniversario de la expropiación petrolera también ocurre cuando Pemex está en medio de las investigaciones por el fraude de Oceanografía, una de sus principales contratistas en servicios marítimos, que obtuvo préstamos y créditos de Banamex por 400 millones de dólares falsificando documentos de garantía de la petrolera.

 

El posible relevo de Carlos Romero Deschamps se discute al interior del sindicato y el gobierno desde hace varios meses y el tema se aceleró después de la aprobación de la Reforma Energética en diciembre pasado, cuando el dirigente sindical fue forzado por el PRI y la administración Peña Nieto a aceptar la condición terminante del PAN para sacar a la representación sindical del Consejo de Administración de Pemex, algo a lo que en principio se resistió el dirigente pero que terminó por aceptar, junto con la entrada de nuevos sindicatos para las compañías privadas que llegarán a competir al mercado energético, reduciendo el contrato del STPRM únicamente a Pemex.

 

En aquella ocasión, ante el intento de rebelión de Romero Deschamps, tuvo que operar personalmente el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, quien calmó al dirigente sindical que incluso amagó con abandonar la dirigencia de manera unilateral. Finalmente las aguas se calmaron y, aunque abandonó la sesión donde se votó la Reforma Energética, con la exclusión del sindicato del Consejo de Pemex, finalmente el senador priista se disciplinó. Ahora que se habla de su salida pactada, se menciona que no se tocarían ni su fortuna ni la de su familia ni de sus cercanos, se le permite conservar su escaño en el Senado pero se le impidió nombrar a un sucesor en la dirigencia sindical.

 

Veremos hoy, en el 76 aniversario de la Expropiación Petrolera, si se anuncia el relevo del sindicato petrolero con lo que Peña Nieto, a falta de motivos para celebrar una fecha que su gobierno revirtió en su esencia, se deshace de un enorme lastre político para su gobierno que representa el cuestionado dirigente petrolero que lo apoyó en su campaña.

 

NOTAS INDISCRETAS… Después de darle muchas vueltas al asunto, en Bucareli decidieron dos cosas: la primera, aceptarle la renuncia al doctor Manuel Mondragón y Kalb que había pedido desde hace varias semanas su relevo por motivos de salud -en su familia afirman que padece cáncer y que se ha agravado su condición-, y la segunda, que en su lugar no se va a nombrar a un nuevo funcionario, ni un militar ni un político como se había especulado, y es casi seguro que hoy el secretario Miguel Osorio anuncie como nuevo comisionado de Seguridad Pública a Monte Alejandro Rubido, actual secretario Ejecutivo del Sistema Nacional del ramo. La decisión tiene que ver con los buenos resultados que ha dado el funcionario en el caso de la estrategia federal en Michoacán y en la dificultad que encontraron para incorporar un nuevo perfil externo. Así que optaron por cubrir la vacante con alguien que ya estaba en el equipo de seguridad… Escalera mandan los dados. La semana promete.