SANTIAGO. Un juez acusó a 10 militares retirados del asesinato del renombrado cantante folclórico y activista político chileno Víctor Jara, quien fue torturado y baleado unos días después del golpe militar de 1973.

 

Los cargos que el juez Miguel Vázquez anunció el miércoles por la noche incluyen el secuestro y asesinato de Jara y del exjefe de la policía militar Littre Quiroga Carvajal el 16 de septiembre de ese año.

 

Jara era un popular compositor, director de teatro y profesor universitario cuando se perpetró el golpe el 11 de septiembre de 1973. Además era miembro del Partido Comunista, y muchos creen que podría haber sido una voz poderosa contra la dictadura del general Augusto Pinochet.

 

Líder crucial del movimiento de la Nueva Canción Chilena, Jara era una voz familiar para los jóvenes de todo el mundo a fines de la década de 1960 y principios de la de 1970 por canciones como “Te recuerdo Amanda” y “Manifiesto”.

 

Luego del golpe fue arrastrado hasta el sótano de un estadio techado de la capital Santiago que había sido convertido en centro de detención y tortura, en el cual habían sido recluidos unos 5.000 partidarios del presidente socialista Salvador Allende. Jara fue torturado antes de ser baleado 44 veces el 16 de septiembre como una advertencia a los que desafiaran la autoridad de Pinochet.

 

Habitantes de la localidad encontraron su cuerpo y el de Quiroga Carvajal, que había recibido 23 tiros, en un terreno vacío en las cercanías del Cementerio Metropolitano de Santiago, según documentos de la corte.

 

Jara fue elogiado por el cantante folclórico estadounidense Arlo Guthrie, que escribió la música de un poema sobre el compositor muerto. En un concierto en 2013 en Santiago, Bruce Springsteen lo recordó al interpretar su famosa canción “Manifiesto”.

 

La familia de Jara interpuso una demanda civil en 2013 en la que acusó al exteniente del ejército Pedro Barrientos Núñez de ordenar a los soldados que torturaran a Jara. El exmilitar no está entre las 10 personas acusadas por el juez.

 

En el texto se afirma que Barrientos disparó personalmente el balazo fatal en la nuca de Jara mientras jugaba “ruleta rusa” dentro de un vestuario en el estadio. Posteriormente le ordenó a cinco conscriptos militares bajo sus órdenes que balearan repetidamente el cadáver de Jara antes de arrojarlo al exterior.

 

Recientemente, un juez estadounidense permitió que la demanda prosiga. Barrientos salió de Chile en 1989 y vive en Estados Unidos.

 

“Espero que la familia de Jara triunfe y que el gobierno estadounidense comprenda que debe extraditar a Pedro Barrientos a Chile para que se una a estos otros que han sido acusados formalmente… de otra forma Estados Unidos será visto como encubridor de uno de los principales culpables en el homicidio de Víctor Jara”, dijo Peter Kornbluh, autor de “The Pinochet File: A Declassified Dossier on Atrocity and Accountability” (“El archivo Pinochet: un expediente desclasificado sobre atrocidad y rendición de cuentas”).

 

En total, 40.018 personas fueron asesinadas, torturadas o encarceladas por razones políticas durante la dictadura de Pinochet. El gobierno de Chile calcula que 3.095 fueron muertos, incluidos unos 1.200 desaparecidos.

 

“El proceso de la justicia en Chile ha llegado lentamente, en forma periódica, pero también sostenidamente. Estos son casos notables que no pueden ser olvidados y que exigen una resolución”, afirmó Kornbluh. “Las familias han mantenido vivos estos casos”.

 

Pinochet murió en 2006 mientras se encontraba bajo arresto domiciliario sin haber sido enjuiciado por cargos de enriquecimiento ilícito y violación de los derechos humanos.