Los senadores del PRI están abiertos discutir los contratos de producción compartida, una de las propuestas realizadas por Acción Nacional y revelada hace unos días por The Wall Street Journal.

 

“Nosotros estaríamos en la tesitura de discutir los contratos de utilidad compartida y de producción compartida. Evidentemente no coincidimos en la posición de concesiones, pero al final del día debemos aprovechar este tiempo e impulso para modernizar un sector estratégico”, afirmó José Francisco Yunes Zorrilla, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Senadores.

 

Los legisladores del PRI ven factibles y pertinentes los argumentos de Acción Nacional, para que la reforma energética tenga un mayor alcance y calado, señaló el senador del PRI durante el Value Investing Forum, organizado por el Instituto VI, y donde también estuvieron el panista Roberto Gil y el perredista Armando Ríos Piter.

 

“También coincidimos en la posición de la izquierda, de que Pemex tiene que tener un carácter público, autonomía de gestión, así como hacer que las finanzas públicas dependan cada vez menos de los derechos por hidrocarburos”, dijo Yunes Zorrilla.

 

Acción Nacional pide una reforma que permita a la inversión privada participar en toda la cadena productiva de los energéticos, así como fortalecer los órganos reguladores de energía y un nuevo régimen fiscal a Pemex, recordó Roberto Gil Zuarth, senador del PAN.

 

“Apostamos que sean contratos de producción compartida y de licencias para la explotación del gas, lo cual permitirá reducir los precios”, señaló el ex secretario particular de Felipe Calderón.

 

“Nosotros queremos una reforma energética del siglo XXI y no reforma cardenistas. Eso es justamente en lo que insistimos y debe salir en este periodo de sesiones”, manifestó el legislador blanquiazul.

 

Gil Zuarth expuso que los contratos de utilidad compartida sólo trasladan la ineficiencia de Pemex y detienen la oportunidad de que la iniciativa privada entre al negocio energético de esta país.

 

El gobierno de México está negociando una reforma energética más ambiciosa que la propuesta en un inicio, adelantaron The Wall Street Journal, Bloomberg y el Financial Times hace unos días.

 

Según las fuentes que consultaron, y que prefieren el anonimato, los contratos propuestos para la explotación del petróleo y del gas serán utilizados, según el caso.

 

“Los contratos de ganancias compartidas —en que toda la producción va al Estado— podrían ser útiles para campos petroleros de bajo riesgo. La producción compartida —en que la producción se reparte entre el Estado y la empresa privada— podría usarse para campos más riesgosos. Los negociadores también están esbozando un tercer tipo de contrato de licencia para los campos en aguas ultra profundas y gas de esquisto, en los que la empresa controlaría el petróleo tras pagar regalías e impuestos”, informó The Wall Street Journal.

 

“Si la reforma energética es aprobada, México pasaría de ser un mercado energético controlado por una sola entidad, la estatal Petróleos Mexicanos, o Pemex, a un mercado basado en la competencia, en que las empresas privadas podrían explorar y producir hidrocarburos por su cuenta, bajo un contrato con el Estado mexicano. Esto también aplicaría a Pemex, que seguiría siendo un importante jugador estatal con derechos preferentes para presentar ofertas por bloques petroleros”, agrega el diario estadunidense.

 

El Financial Times dice por su parte que bajo las discusiones que mantienen el PRI y el PAN, el estado será capaz de decidir los términos de los contratos que se ofrecerán para cada proyecto, en lugar del plan inicial propuesto, que hablaba de acuerdos para la compartición de ganancias, algo que decepcionó a los inversionistas.

 

“Cuando se habla de contratos y de pronto surge información en The Wall Street Journal, de que están negociando en los oscurito el PAN y el PRI y ya tienen acordado el esquema de contrato, eso inmediatamente genera resistencias y suspicacias, así como preocupaciones”, dijo Armando Ríos Piter, senador del PRD.

 

El debate de la reforma energética ha tenido muchas ausencias en términos de la transparencia y hay dos posiciones que no han permitido construir una visión compartida de nación, agregó el representante en la Cámara de Senadores de los perredistas.

 

“Hay quienes quieren una reforma energética en la lógica de más privatización y venden el tema de las oportunidades, y hay quienes estamos en contra y vemos amenazas”, explicó Ríos Piter.

 

El parlamento debe debatir las amenazas y los riesgos de producción compartida, y no se debe hacer en un contexto donde la falta de transparencia no permite una construcción, manifestó el perredista.

 

Yunes Zorrilla manifestó que el ejecutivo y el PRI están en la posición de buscar consensos e involucrar a toda la representación partidista.

 

“Durante la discusión de la reforma hacendaria en el Senado, el PRI no pudo generar consensos con Acción Nacional, porque hubo definición política tomada por los legisladores en contra de la propuesta y ahora esperamos que no sea el caso con el PAN ni con el PRD”, dijo el priista.

 

“Si eso fuese así estamos en el ánimo de generar los consensos y los acuerdos con la fuerza política dentro los marcos y parámetros de la propuesta enviada por Enrique Peña Nieto”, añadió Yunes Zorrilla.