Las tormentas que se han registrado en la Ciudad de México, tienen una corta duración (media a tres cuartos de hora), por ello se satura el sistema de drenaje y es un problema de infraestructura; en contraste se ha registrado un déficit en todo el país en la precipitación pluvial en lo que va del año,  informó Reynaldo Pascual, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

 

El especialista consideró que si en la capital cayera el mismo volumen de agua en un periodo más extendido, no sería un problema. “Los pronósticos indican que (la temporada de lluvias) todavía se va a prolongar hasta octubre, y empezó en junio”.

 

Comentó que a nivel nacional se ha registrado déficit de precipitación desde el inicio del año a la fecha.

 

Destacó que las entidades afectadas son del noroeste como Sonora, Baja California, el sur de Veracruz, Tabasco, la costa de Chiapas, la costa del Pacífico Sur entre Oaxaca y Guerrero.

 

“Las lluvias han sido muy deficitarias, tenemos algún grado de sequías en esas regiones y estamos en pleno verano”, detalló Pascual Ramírez.

 

Explicó que esto se debe a que la formación de tormentas tropicales o de sistemas ciclónicos se ha desarrollado lejos de las costas nacionales y no están aportando la humedad suficiente al país y es parte del comportamiento del clima.

 

El también jefe de proyecto de Subgerencia de Pronóstico a Mediano y Largo Plazo del SMN, abundó que también se relaciona con el cambio de fase del fenómeno del Niño que está cambiando a la Niña, “no ha metido una época de transición”.

 

 

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Racionan agua en presas

 

Reynaldo Pascual afirmó que, ante el bajo nivel de agua registrado en algunas presas, se están tomando medidas para aprovechar mejor su uso.

 

En la Comisión Nacional del Agua “están viendo el problema para tomar las medidas necesarias, se está racionalizando su uso, hay asignaciones, por ejemplo para la agricultura ellos se reúnen y deciden cuánta agua se va a portar, se hace una planeación a largo plazo”, resaltó el funcionario.

 

Recordó que el año pasado se tuvo un marzo excepcionalmente húmedo y eso ayudó a mitigar los efectos en el verano, “esperamos lluvias suficientes para agosto y septiembre y espero que con esto se recuperen los porcentajes”.

 

Indicó que las mayores precipitaciones se registraron en 2010, “de los últimos años fue el más húmedo pero el más húmedo fue en 1958”.

 

Por otra parte subrayó que la lluvia no se distribuye uniformemente en el país a pesar de que ha llovido por debajo de lo normal, hay zonas en donde esto no ocurre como el caso de Coahuila o de Morelos, incluso por arriba de lo normal, “así como Oaxaca y Tabasco son los más secos”.