La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, concluyó su visita a China con el almuerzo en una restaurante tibetano, lo que provocó rumores sobre la “intencionalidad política” en redes sociales.

 

Durante su viaje, Michelle trató de promover la educación y reforzar lazos culturales con aquel país, sin embargo, China ha criticado a la Casa Blanca por su apoyo al exiliado líder tibetano, Dalai Lama.

 

Según declaraciones de un alto funcionario del Gobierno estadounidense, Obama solo quería conocer a los tibetanos en Chengdu.

 

Las reacciones no se hicieron esperar y en redes sociales catalogaron el acto como un mensaje encubierto con fuertes connotaciones de que EU presta mucha atención a la política del Tibet.