Desde las más altas instancias de las Fuerzas Armadas lo dicen claramente: “No nos preocupa Andrés Manuel López Obrador…”.

 

 

Y no lo sueltan con displicencia. Al contrario.

 

 

Se refieren al posible triunfo del líder de Morena en las próximas elecciones presidenciales, en términos respetuosos –castrenses, dirían- y así quieren que llegue el mensaje:

 

 

Gane quien gane legítimamente, ahí estaremos. Somos de una pieza. Somos leales a las instituciones. Actuaremos igual que cuando se dio el cambio con (Vicente) Fox”, sostienen.

 

 

¿No les duelen sus declaraciones (que han puesto en entredicho la labor del Ejército y de la Marina?, pregunto.

 

 

Reconocen que sí, que les ha dolido, “pero no nos preocupa… -insisten- somos militares y somos institucionales”.

 

 

¿Entonces, los reclamos al tabasqueño –poco les falta para acusarlo de traidor a la patria- del secretario de Gobernación (Miguel Ángel Osorio Chong), del vocero de la Presidencia (Eduardo Sánchez), de los senadores priistas (comenzando por su líder, Emilio Gamboa)…?

 

 

La respuesta es breve y sencilla: “Es un pleito entre políticos…”.

 

 

Como quien dice, los están usando (tanto a la Marina como al Ejército) para dirimir sus propios intereses.

 

 

Sus dichos y reclamos, advierten, tienen más bien que ver con otra guerra: la de la sucesión presidencial.

 

 

 

HABRÍA FIESTA EN LOS CUARTELES.- Lo que más quisieran –tanto militares, como marinos- es volver a los cuarteles.

 

 

¡Ese día haríamos fiesta en todos los cuarteles!”, aseguran.

 

 

El empoderamiento que hoy tienen, aseguran, no vale la cantidad de muertos y lisiados que padecen en sus filas.

 

 

Tampoco quieren enfrentarse a Tribunales Internacionales. Les preocupa que se encuentren listados ya varios casos, y pinten para perfilarse otros más. (De ahí su insistencia en una ley que los proteja).

 

 

Así que si López Obrador cambia la política de seguridad y opta por otra estrategia en la que el Ejército deje labores que “ni queremos ni nos corresponden, ¡qué mejor!”.

 

 

LOS SOLDADOS SEGUIRÁN VOTANDO POR UN CAMBIO.- Este fin de semana, Andrés Manuel matizó su posición hacia el Ejército y la Marina Armada:

 

 

Enfocó su crítica hacia el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas –al presidente Enrique Peña Nieto por “no decir la verdad”- y deslindó a los soldados, a la tropa, “porque son pueblo uniformado, son hijos de campesinos, de obreros”.

 

 

Recordó, además, que en las elecciones de 2006 y 2012 (y agregaríamos las de 1988), “los soldados votaron por un cambio y seguirán votando por un cambio verdadero”.

 

 

Adelantó -de ganar la Presidencia de la República en 2018- dos medidas importantes a aplicar en su relación con los militares:

 

 

-No se usará al Ejército para reprimir ni para masacrar al pueblo.

 

 

-Y aumentará el salario de los soldados y los marinos (y de los policías, de los encargados de la seguridad, de maestros, médicos y enfermeros).

 

 

GEMAS. Obsequio de la periodista Isabel Arvide sobre el general Antonio Riviello Bazán (qepd): “Como secretario (de la Defensa, 1988-1994), mi general se interesó en extremo por el entrenamiento militar, ya que, paradoja si las hay, en ese tiempo muchos soldados nunca habían disparado un arma”.